Luego de que se aprobara la miscelánea fiscal 2014, que incluye la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en zonas fronterizas, esta medida ha representado para el bolsillo tijuanense un duro golpe; la situación económica se resintió y diversos comercios cerraron sus puertas, al no poder absorber el 5 por ciento de incremento al gravamen. Sin embargo, hay comercios que perdonan el incremento del 11 al 16 por ciento, otros hasta ofrecen descuentos con tal de “no perder” al consumidor, tal como ocurre en decenas de negocios instalados en Plaza Río, la mejor plaza comercial de Tijuana. El Lic. Alfredo López Osuna, administrador del complejo, asegura que para sobrellevar la carga fiscal han hecho consciente al personal de brindar una mejor atención al público, mejorar la calidad del producto y eficientar la prestación de los servicios que ahí se ofrecen. “Lo resumo en unas palabras, tenemos que ser eficientes, atraer a la gente con el trato más esmerado que cualquier visitante espera obtener en el lugar a donde acude; son valores que con crisis y sin crisis deberíamos de estar practicando, que no hay que dejarlos de lado¨. “Tenemos que echar mano de todos los recursos, tanto humanos, materiales y financieros. Los humanos, con la cordialidad, la atención, el buen trato; que la gente se sienta realmente cómoda, a gusto al acudir a nuestros comercios”, destacó, para después mencionar que en el rubro financiero, algunos de los locatarios de Plaza Río están haciendo grandes esfuerzos para atraer al consumidor. “Muchas tiendas están absorbiendo el diferencial de la tasa del IVA, ese 5 por ciento que nos ha impactado, pero los comercios no solo lo están condonando, incluso hay tiendas que están ofreciendo grandes descuentos, y eso es un gran estímulo para el visitante en tiempo de crisis”. Sin embargo, pese al esfuerzo que hace la administración de Plaza Río en conjunto con los 125 locales, ocho quioscos y cinco tiendas ancla, “los bolsillos de la ciudadanía están vacíos”. En la opinión de López Osuna, en los esfuerzos hay un fenómeno estudiado en el comercio organizado en Tijuana: la falta de liquidez en las familias. ¨Nos hemos propuesto brindar al consumidor fronterizo nuestro mayor esfuerzo pues de mucho nos servirá en esta época de crisis ofrecer un esmerado trato, mejor producto y servicio, aun cuando no hay dinero en los bolsillos de la gente. La situación se torna más complicada y lacerante para quienes vivimos en frontera por la dinámica misma de estar conviviendo con el vecino país, cuyo estado (California) es el más rico de la Unión Americana”, expuso. Si bien, el visitante anglosajón o mexicoamericano cruza la frontera, no consume como antes, “es difícil competir con un impuesto del 8 por ciento, contra un 16 por ciento, esas divisas que nos dejaban los fines de semana, ya no se ven con tanta frecuencia; aunque nuestros vecinos son gente noble que le sigue apostando como destino a nuestra querida ciudad de Tijuana, a Rosarito y Ensenada”, indicó el administrador del centro comercial. Pese a la crisis, los visitantes a la mejor plaza comercial de Tijuana no han disminuido, al registrarse de entre 13 mil y 14 mil automóviles por día. “Puedo decir que la disminución de visitantes no ha sido notoria, porque la asistencia es alta, pero esa gente que ingresa no compra en la misma medida que antes. Plaza Río, a comparación de otros centros comerciales, mantenemos nuestro mismo ritmo de visitantes. Los fines de semana están abarrotados, pero el ingreso en los comercios ha disminuido, la gente compra lo básico”, subrayó el Lic. Alfredo López Osuna respecto a lo que califica como una “época de sacrificios” que se vive en Tijuana, donde la utilidad del comercio se ve reducida. De ahí que “tenemos que ser creativos para lograr la subsistencia, un negocio que pretenda aplicar el IVA como tal, ve afectada la carga del consumidor, pues no solo es el gravamen, hay aumentos de los servicios públicos, que no se ven compensados con los aumentos salariales”. Pese a que en Plaza Río la renta de los espacios comerciales “es la más alta en el noroeste del país, casi no hay locales vacíos¨. “De antemano, el metro cuadrado en la plaza es el más caro que en cualquier otra parte, pero estamos viviendo algo curioso, las rentas, por la crisis no han disminuido, y se debe a una explicación: hay demanda; de hecho tenemos más demanda que oferta, hay lista de espera de gente que espera que se desocupe un lugar o un quiosco”, resaltó el administrador. Una gran ventaja del centro comercial, es que sigue siendo el más seguro de Tijuana. “La seguridad es un renglón al que con crisis o sin crisis, no le quitamos un centavo de nuestro presupuesto, todo lo contrario, le aumentamos los costos inflacionarios. No escatimamos, podemos recortar a lo que sea, menos a la seguridad”, concluyó López Osuna. Plaza Río cuenta con 21 policías, 20 guardias y 24 empleados que la colaboran en el control de los 3 mil 300 espacios de estacionamiento. Otra de las bondades del centro comercial, son las actividades artísticas y educativas que se llevan a cabo cada fin de semana. Con la participación de Mini City, Museo El Trompo, el payaso Tony, etc., las tardes en Plaza Río son un deleite para las familias. Entre los planes del complejo, se encuentra una torre de cinco niveles de estacionamiento, que ofrecerá 700 cajones adicionales. La inversión, en datos preliminares, rebasa los 100 millones de pesos. Siendo el centro comercial de mayor arraigo en la ciudad, Plaza Río se ha consolidado en la preferencia del cliente por más de tres décadas y reitera su compromiso para el beneficio, confort y satisfacción de sus visitantes.