Oceanografía, mar de corrupción

De ser una compañía en quiebra, con múltiples demandas legales, Oceanografía, S.A. de C.V., pasó a ser uno de los corporativos más poderosos en el país, con un acelerado crecimiento, al punto de contar a la fecha con una flotilla de 87 barcos de gran calado, y ser la principal prestadora de servicios de Petróleos Mexicanos (PEMEX). Ahora, esa misma empresa, favorecida en los sexenios de los ex presidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa con millonarios contratos por parte de la paraestatal, es investigada por un fraude superior a 585 millones de dólares en agravio de las instituciones bancarias Banamex y Citigroup, además de lavado de dinero. Numerosos procesos y juicios de amparo se ventilan en los tribunales civiles, mercantiles y administrativos del Distrito Federal, Campeche, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas y Yucatán, principales puntos de influencia donde se negocia la extracción y se refina el petróleo, donde se suscribieron importantes contratos y se firmaron créditos con instituciones crediticias. Entre las víctimas de los incumplimientos de pagos y que han entablado demandas contra Oceanografía y su socio mayoritario, Amado Omar Yáñez Osuna, se encuentra el banco alemán Landesbank Hessen-Thüringen Girozentrale, al cual se adeuda una cantidad indeterminada de millones de dólares. Lo que ya se veía venir en cuanto a la reputación y sospechas de actividades fraudulentas de la compañía y sus directivos, se precipitó después de que el 11 de febrero de 2014, la Secretaría de la Función Pública inhabilitó durante 21 meses al corporativo; es decir, hasta noviembre de 2015, debido al incumplimiento de contratos con PEMEX Exploración y Producción (PEP). Preocupados por el cese de actividades y falta de generación de recursos de Oceanografía, funcionarios de Banamex iniciaron investigaciones sobre garantías e hipotecas marítimas de la sociedad naviera (barcos que quedaban en prenda, garantizando los montos de diversos préstamos), y grande fue su sorpresa al confirmar con PEMEX que se trataba de “fianzas fantasma”, pues se habían utilizado documentos falsos. El mundo se le vino encima no solo a los dueños de Oceanografía, Amado Yáñez -el más visible- y Martín Díaz Álvarez -socio accionista que movía los hilos de la empresa-, sino a los más de 4 mil trabajadores que dejaron de percibir sus salarios y prestaciones. Los reclamos de los empleados traen consigo una nueva acusación: fraude en agravio del Instituto Mexicano del Seguro Social, al omitirse dolosamente el pago de las aportaciones correspondientes. 46 mil millones de pesos con los panistas Las investigaciones periodísticas y las realizadas por la Procuraduría General de la República, a través de la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO), en la averiguación previa UEIORPIFAM/AP/063/2014 y otras iniciadas con anterioridad, hacen presumir operaciones financieras con recursos de procedencia ilícita. Se conoce que en las señaladas administraciones de Fox y Calderón, PEMEX Exploración y Producción favorecieron a la compañía en la firma de 106 contratos de diversa índole. El monto de las transacciones fue aproximado a 46 mil millones de pesos. PEP contrataba mediante licitación pública a Oceanografía, S.A. de C.V. para diferentes proyectos, entre otros, contar con servicio de transporte, acondicionamiento y recuperación de fluidos durante la perforación, terminación y reparación de pozos petroleros en las costas mexicanas, con apoyo de barcos procesadores. La naviera sancionada también alquilaba sus grúas marítimas, brindaba servicios de rehabilitación de ductos submarinos, instalación y rehabilitación de plataformas, construcción de gasoductos, amarre de buques y apoyo a perforación de pozos, entre otros. De estar prácticamente en la quiebra en el año 2000, la compañía que nació en 1968 y cambió su nombre original de Consultores y Contratistas en Oceanografía, S.A. de C.V. a su actual razón social en 1990, se fue recuperando a través de la obtención de créditos multimillonarios para la adquisición y renta de barcos. A pesar de la infraestructura conseguida, el corporativo no cumplía a cabalidad con los contratos pactados con la paraestatal, lo que le valió varias penalizaciones millonarias. Tampoco se cumplían los pagos en los plazos estipulados con diversos bancos, uno de ellos el alemán Landesbank, y se formularon demandas mercantiles en tribunales del sureste del país. En el sexenio foxista, se benefició a la empresa de Yáñez Osuna con la adjudicación de contratos por más de 10 mil millones de pesos. Se vinculó a los hermanos Bribiesca Sahagún, hijos de Marta Sahagún, esposa del entonces Presidente, sin que se haya aportado ninguna prueba documental al respecto, de lo que sigue siendo un secreto a voces. Con Felipe Calderón, los ingresos de la empresa particular por contratos con PEP rebasaron los 35 mil millones de pesos, el triple que con Fox. Así, al menos 22 de los compromisos adquiridos entre PEMEX y Oceanografía seguirán vigentes durante meses y años próximos. Los incumplimientos con PEMEX Todos los contratos que suscribía PEP con la poderosa firma naval fueron pactados en moneda nacional hasta 2010. Fue a partir de 2011 que la paraestatal signó los convenios en moneda norteamericana. En más de una ocasión los contratos no se cumplieron. De ello dio cuenta la Auditoría Superior de la Federación, que en su informe de la cuenta pública 2008, destacó que en la revisión de los contratos con Oceanografía se detectó que los requerimientos de las licitaciones no siempre se cumplían, y al momento en que se realizaban los servicios de la empresa, los equipos no eran de las características pactadas. Lo anterior sucedió con la renta de grúas, una de las cuales ni siquiera eran de uso marítimo, pero la Auditoría exoneró a la empresa, bajo el argumento de que el personal que participó en la licitación había confundido la terminología náutica específica y la compañía solo proveyó el equipo solicitado. No hubo sanciones. Las afectaciones a PEMEX por los incumplimientos de la empresa consistieron en retrasos en obras y trabajos que tenían fechas fatales. Algunas veces, los representantes de la contratista argumentaban malas condiciones meteorológicas, escasez de materiales, o que proveedores de ellos les habían quedado mal y ya habían interpuesto las acciones legales correspondientes. Se reprogramaban las fechas. En 2011, PEMEX Explotación y Producción no toleró un incumplimiento más de la empresa de Amado Yáñez y le penalizó a pagar 2 millones 261 mil 565 dólares. Se había contratado el servicio de transporte, acondicionamiento y recuperación de fluidos durante la perforación, terminación y reparación de pozos, con apoyo de un barco procesador denominado “Caballo Lusitano”. No se cumplió. La paraestatal informó a Oceanografía: “Le comunicamos que se hizo acreedor a la aplicación de una pena convencional por atraso en el inicio del servicio, ya que el plazo de ejecución inició el día 25 de julio de 2011, y su representada no presentó el barco procesador conforme lo indicado en la Cláusula Quinta del contrato que se refiere a la ‘prestación del barco procesador’; por lo tanto, le notificamos que el importe a penalizar es por la cantidad de $2'261,565.00 U.S.D.”. Los abogados de la naviera buscaron prácticas legales para evitar el pago a PEP. Recurrieron a la promoción  de un amparo ante el Juzgado Decimocuarto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, en contra de Petróleos Mexicanos, señalando como acto reclamado “la pena inusitada y trascendental” de 2 millones 261 mil 565 dólares americanos “y su ejecución”. Para el mal inicio de los leguleyos, el asunto no era penal. Aun así, al desechar de plano la demanda de garantías, el juez Alberto Díaz Díaz les dio unas lecciones de Derecho al indicarles que lo que ellos llamaban una “pena inusitada o trascendental”, constituía una convencional por atraso en el inicio del servicio, derivado de un contrato en el que PEP no tenía carácter de autoridad para efectos de un juicio de amparo, al suscribir convenios con personas físicas o morales. Se desconoce qué fue lo que sucedió con dicha penalización, si fue o no pagada por los particulares, tampoco se conoce en caso de no haberse pagado, sí existe o no la demanda correspondiente por parte de la paraestatal. Oceanografía había interpuesto un recurso de revisión ante un Tribunal Colegiado del DF en marzo de 2012, pero el 15 de junio siguiente, desistió de la impugnación. Contratos con el nuevo gobierno Con todo y los antecedentes de la firma y de Amado Yáñez en las administraciones pasadas, el gobierno que inició en diciembre de 2012, a través de PEMEX, suscribió dos contratos con otra empresa de la familia Yáñez: Petrodata Services, propiedad de Maclovio Yáñez Mondragón, quien durante el sexenio de Vicente Fox fungió como subdirector de PEP en la región norte. Los contratos con Petrodata, en asociación con otras compañías en diciembre de 2013 y enero de 2014, alcanzan los 99 millones de dólares para realizar adecuaciones en la zona de Poza Rica, Veracruz. El primero de ellos es para que la compañía brinde el servicio integral de reacondicionamiento de pozos y adquisición de información en pozos de los activos de la región norte. El último, tiene como fin optimizar la productividad de los pozos del activo de protección de aceite terciario del Golfo y otros de la región norte, justo donde Yáñez Mondragón se desempeñó. Es con este personaje, con quien el diputado Ricardo Mejía Berdeja, vicecoordinador de Movimiento Ciudadano en el Congreso de la Unión, vincula a los hermanos Bribiesca Sahagún y a Guillermo Sahagún, hijos y hermano -respectivamente- de la esposa de Vicente Fox. Aunque el director general de PEMEX, Agustín Lozoya Austin, ha declarado que no se han registrado afectaciones a la paraestatal existen evidencias de que los incumplimientos y los errores de la prestadora de servicios, debieron causar algún perjuicio económico. Prueba de lo anterior aparece en un informe de PEMEX Exploración y Producción, presentado en enero del año en curso, consultable en internet bajo el nombre “Estrategia para Mejorar el Desempeño de los Contratistas”. En el rubro de “Accidentabilidad Personal Contratistas”, destaca que se registraron 81 accidentes en los que participaron las empresas que brindaron servicios a PEP. En el índice de las participantes aparece en primer lugar Oceanografía, con seis percances ocasionados, empatado con la empresa COMESA. De diez accidentes industriales calificados como “graves” de las compañías contratistas entre los años 2012 y 2013, Oceanografía figura en uno ocurrido el 30 de julio de 2013. Se trató de una colisión del navío BPD Blue Giant con la plataforma Abkatun-A/Permanente. No se informa del monto al que ascendieron los daños. Lavado de dinero de Yáñez Los problemas para Amado Yáñez Osuna aumentaron, pues además de los fuertes adeudos de 7 mil 400 millones de pesos con Banamex y de un monto desconocido con Landesbank Hessen, las “fianzas fantasmas”, sus concursos mercantiles e hipotecas navales, se le investiga por otros negocios en el ámbito del futbol mexicano profesional. Yáñez Osuna es socio, junto con Martín Díaz Álvarez y los hermanos Javier y Óscar Rodríguez Borgio, del equipo de futbol Querétaro de la Liga MX, además de ser propietario del Club Delfines del Carmen, en Campeche; instituciones investigadas como posible fruto del lavado de dinero por parte de la SEIDO en la averiguación previa PGR/SEIDO/AC/UEIORPIFAM/74/2013. En el caso de Díaz Álvarez y los Rodríguez Borgio, miembros de Grupo Gasolinero Mexicano (GGM), las autoridades federales indagan sobre la presunta compra de hidrocarburo robado por los diversos cárteles de la droga que participan en la ordeña de los poliductos y oleoductos de PEMEX. La Procuraduría General de la República, autoridades hacendarias y PEMEX Refinación ya realizan las labores de investigación para determinar las posibles operaciones financieras con recursos de procedencia ilícita y la comisión de otros delitos por parte de los referidos empresarios, quienes desde hace algunas semanas, desaparecieron de sus oficinas y existe la posibilidad de que algunos hayan abandonado el país.