Para las mujeres en el mundo, aunque no procreen un hijo reciben con amor al compañero; alegres le ofrecen descanso. Toda buena educación ofrecida por una mujer da satisfacción al mundo, alivian y curan con placer, salvan y curan todo corazón. La mujer proporciona vida, así lo dice la historia, sola o bien acompañada mueve al mundo a su manera, usa el poder de su belleza, juguetona y traviesa, encaminando su acción resuelve el problema, en provecho del bien común sirve a su género digna. Vicente Martínez Méndez Tijuana, B. C.