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jueves, octubre 3, 2024
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El preso número 3578

Desde el sábado 22 de febrero de 2014, Archivaldo “Joaquín” Guzmán Loera, es identificado en el Penal del Altiplano en el Estado  de México, como el reo 3578. Con su captura, se han desahogado por lo menos 12 órdenes de aprehensión emitidas a partir de mayo de 1993, cuando se le encontró responsabilidad legal por la balacera y asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, Jalisco. Una sentencia de 20 años y nueve meses empezó a cumplir el capo antes de su fuga del penal de Puente Grande, Jalisco, ocurrida en enero de 2001, pena que estaría purgando apenas en estas fechas, resultando posiblemente en su libertad.  Por la huida de aquella cárcel, su condena se pausó, y los años que le restan serán sumados a las sentencias que resulten al someter su caso a la justicia mexicana. La segunda captura del hombre más buscado del mundo, tuvo tintes políticos y mediáticos, pero más allá del espectáculo, está la presunción de las autoridades como una “clara muestra” del trabajo de colaboración e inteligencia de las instituciones mexicanas y estadounidenses, que finalmente, resultaron en un limpio arresto del capo mexicano, y a decir de las versiones oficiales, ejecutado por la Secretaria de Marina Armada de México con colaboración de información de agencias de los Estados Unidos. Así fue la captura de “El chapo” Guzmán.   Miércoles 12 de febrero. El rastreo de “El Chapo” se intensificó este día, en el Estado de Puebla, con la captura de dos delincuentes, uno de ellos señalado por la autoridad federal como líder de un grupo criminal en Aguascalientes, y participante en el secuestro del ex candidato presidencial panista Diego Fernández de Cevallos. Daniel Fernández Domínguez “El Pelacas” fue detenido por elementos de la Marina y de la Procuraduría General de la República (PGR) en posesión de armas, automóviles y alrededor de una veintena de celulares que en sus registros guardaban llamadas a números del Estado de Sinaloa, los cuales pertenecían a miembros del primer cuadro del Cártel de Sinaloa. Jueves 13 y viernes 14 de febrero. En operativos entre la Secretaría de Marina, Policía Federal y la PGR, se efectuaron arrestos en Sinaloa y Baja California. En Culiacán, Sinaloa, se localizó a Joel Enrique Sandoval Romero “El 19”, Apolonia Sandoval Romero “El 30” y Jesús Peña González “El 20”, integrantes de la estructura de vigilancia de Ismael “El Mayo” Zambada, líder junto a Guzmán Loera, de la célula delictiva de Sinaloa. Colaboración estadounidense. Con el apoyo de la tecnología de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), la localización vía satelital del paradero de Guzmán Loera resultó en un domicilio de la colonia Libertad en Culiacán. Con los drones (aviones no tripulados) se pudieron sobrevolar los lugares donde se realizaban operativos para la captura del narcotraficante hasta su aprehensión. En la capital sinaloense se arrestó a Mario Hidalgo Argüello “El Nariz”, identificado como asistente personal de “El Chapo”, mismo que intentó desviar la investigación, proporcionando datos falsos de la ubicación de su jefe.      Del 13 al 17 de febrero.-Personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR y de la SEMAR, descubrió la interconexión subterránea de por los menos siete casas a través de túneles y el drenaje de la ciudad en Culiacán. La entrada a los pasadizos iniciaba debajo de las tinas, en los baños de las viviendas. Los caminos bajo tierra son estrechos, alrededor de un metro con 40 centímetros, y una longitud de kilómetros hasta conectarse con otra casa. Iguales a los de los narco-túneles en la frontera. 17 de febrero, el escape. Ese día, el capo Guzmán Loera logró escapar de la aprehensión por los pasadizos subterráneos. Las puertas reforzadas con diversos compartimientos de acero, le dieron el tiempo para en pocos minutos escabullirse. La Marina ingresó a uno de estos predios y “El Chapo” ya no estaba. 17 de febrero, el error del capo. Para pedir auxilio, Guzmán Loera realizó una llamada telefónica desde Culiacán, con un número registrado en los dispositivos que fueron decomisados a “El Pelacas” y los integrantes del cártel detenidos días antes.  En su auxilio llegó Manuel López Osorio “El Picudo”, su colaborador en seguridad; de hecho López fue detenido posterior a ello, y guiaría a la autoridad hasta el paradero del jefe de plaza en Sinaloa. Miércoles 19 de febrero. Se presume que ese día, “El Chapo” Guzmán llegó a Mazatlán. Viernes 21 de febrero. El capo utilizó otra vez el teléfono que la autoridad ya tenía rastreado tras la detención de sus colaboradores. Así se logró su ubicación física. Los Marinos, PGR y la autoridad norteamericana, lo vigilaron hasta la madrugada. Querían detenerlo sin disparos y sin violencia. 6:40 am del sábado 22 de febrero. Elementos de las Fuerzas Armadas lo ubicaron en el edificio de condominios “Miramar”, sobre el malecón de Mazatlán. Había pagado 40 mil pesos por tres meses de hospedaje.  Entrada la mañana del 22, un grupo élite de la Marina ingresó a la  habitación 401. El capo, su esposa, sus hijas y colaboradores descansaban. Marinos neutralizaron a “El Cóndor”.  Los Marinos visualizaron a la cocinera, a la nana, a las dos hijas del prófugo, y en uno de los cuartos, a su esposa Emma Coronel, que desde la cama negaba la presencia de otra persona en la habitación. La presión de los elementos armados sobre la mujer, terminó por vencer a Guzmán, quien salió de atrás de la puerta del baño y mostró su rostro evidentemente modificado por la medicina estética. 9:30 am, la primera versión. La agencia de noticias Associated Press (AP) fue la seleccionada por el gobierno de los Estados Unidos para filtrar la información de que en México había sido capturado el narcotraficante más buscado. Después de ello, y cuando el gobierno de México no confirmaba la versión, una fotografía del capo sometido apareció en el portal del diario norteamericano The New York Times. 11:42 am, el  tuit presidencial. Obligados por la filtración  del “alto funcionario del gobierno de los Estados Unidos”, el gobierno mexicano reacción con un tuit de Enrique Peña Nieto. Así, a las redes sociales antes que a nadie, el Presidente de México dio a conocer la detención de “El Chapo”. 2:00 pm, rueda de prensa y pasarela de Guzmán. De Mazatlán, el narcotraficante fue trasladado en avión al hangar de la Marina en la Ciudad de México. Ahí mismo,  Jesús Murillo, procurador general de la República, explicó a grandes rasgos el operativo de detención. Sin detalles y rápido, concluyó. Antes que fotógrafos y reporteros se fueran del lugar, “trasladaron” del hangar hasta un helicóptero de la Policía Federal, a Archivaldo Guzmán Loera. Fue la manera  oficial de “presentarlo” ante los medios de comunicación. Luego de las fotos, a bordo del Black Hawk fue trasladado al penal de alta seguridad del Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México. 2:55 pm, llegada a Altiplano. “El Chapo” regresó al Centro Federal de Reinserción Social donde estuvo hace 20 años. Fue resguardado por Manuel Mondragón y Kalb, comisionado Nacional de Seguridad, y por Enrique Galindo Ceballos, comisario general de la Policía Federal. El fichaje. Otra vez, el capo vistió el uniforme de recluso y cumplió con lineamientos del registro del penal, nombre, edad y huellas dactilares. Fotografía de frente y de perfil. La cabeza de Guzmán Loera alcanzó el metro con 64 centímetros de la regla colocada sobre la pared. Se le entregó su número de identificación, el 3578. En la PGR confirman por lo menos 12 órdenes de aprehensión contra “El Chapo” desde su fuga en 2001, entre éstas, por los delitos de delincuencia organizada, delitos contra la salud, violaciones a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos, y uso de recursos de procedencia ilícita. Lunes 24 de febrero, amparo contra extradición. A las 3:00 pm se informó que la defensa de Joaquín Guzmán promovió un amparo contra la extradición a los Estados Unidos. El juicio de garantías se presentó ante el Juzgado Octavo de Distrito en materia de amparos. Martes 25 de febrero, autos de formal prisión. Desde que se cumplimentaron las órdenes de aprehensión a manos de la Secretaría de Marina, al “Chapo” se le han dictado otros dos autos de formal prisión. De la causa penal 65/2011, el Juzgado Tercero de Distrito en materia de procedimientos penales del Estado de México, le dictó formal prisión por delincuencia organizada y delitos contra la salud. El Juzgado Quinto de Distrito, también en el Estado de México, hizo lo propio por delitos contra la salud en modalidad de posesión de droga para su comercio, como constaba en la causa penal 50/2009. No obstante, después se dictó un auto de libertad a favor del detenido, toda vez que la PGR no pudo acreditar posesión de cocaína con finalidad de venta. 5:00 pm, identidad confirmada. Pese a que desde la detención, tanto el gobierno de México como el de Estados Unidos confirmaron la identidad, pero ante la incredulidad mexicana, la PGR reconfirmó con tres análisis científicos que se trata del mismo sujeto detenido en 1993. Tomás Zerón de Lucio, de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, y Sara Medina, coordinadora de Servicios Periciales, informaron que realizaron análisis de identificación fisonómica y antropométrica, otro de dactiloscopia forense y uno más de ADN, resultando los tres positivos.   Extradición. Pese a las voces estadounidenses  a favor que Guzmán sea juzgado en aquel país, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, declaró que la extradición no se dará pronto. Que en una plática con el procurador de Norteamérica, Eric Holder, acordó analizar la posibilidad contemplando el tema jurídico, de información e inteligencia.  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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