En una lujosísima zona residencial llena de mansiones, un hombre de aspecto desaliñado, llama a una puerta. La dueña de la casa abre, y él le dice: – Yo inmigrante buscando trabajo. Ella se compadece y le dice: – Tengo algo que usted puede hacer. Tome este balde de pintura verde, y dé la vuelta a la casa. En la parte de atrás encontrará un porche que necesita pintura. Un par de horas más tarde, el hombre regresa muy contento y le dice: – ¡Listo, he terminado!, pero yo inmigrante de Europa y conocer bien autos europeos, ése no ser un “Porsche”, sino un Mercedes. Autor: Anónimo del INAMI.