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viernes, octubre 4, 2024
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Adiós al virtuoso de la guitarra española

Paco de Lucía murió de un infarto en Playa del Carmen, la tarde del martes 25 de febrero. Dos días atrás había llegado a la Riviera Maya, donde según autoridades del Estado de Quintana Roo, ofrecería un concierto. Estaba hospedado en el hotel Barceló. De acuerdo a un reporte de la Procuraduría de Justicia estatal, el músico español tuvo que ser trasladado por un dolor en el “área pectoral”, al centro médico Hospiten. Llegó acompañado de su cónyuge, Gabriela Carrasco. Ahí se le practicaron “maniobras médicas”, justo después de lo cual, sentado en una camilla, murió en el área de urgencias. Era sabido que el intérprete y compositor pasaba largas temporadas en el caribe mexicano, donde solía descansar y practicar deporte acuático. El procurador Armando García Torres informó que De Lucía poseía una “casa de descanso” en el municipio de Solidaridad. Ante el lamentable suceso, figuras representativas de la música española se expresaron al respecto. Dejó “mudo al flamenco”, refirió Diego el Cigala a la agencia de noticias EFE. “Nadie tocará la guitarra como el maestro. Estoy hecho polvo”, agregó el cantaor. Juan Manuel Fernández Montoya “Farruquito”, reveló a la misma agencia que, tras conocer sobre la muerte del guitarrista, llevaba “toda la mañana llorando”. El bailaor describió a De Lucía como “un genio a la altura de Beethoven o Mozart”. Francisco Sánchez Gómez (nombre verdadero del artista), oriundo de Algeciras, Cádiz, se dio a conocer como guitarrista de la Compañía de Ballet Clásico Español en los años sesenta. Con esta agrupación viajó por Estados Unidos y otros países. Más adelante, junto con el intérprete de cante Camarón de la Isla, se posicionó como renovador y difusor a nivel mundial del flamenco. Su disco en solitario “Fuente y Caudal” concurrió a la difusión internacional de este género. En la década de los noventa su interpretación del “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo se llegó a considerar como una de sus grandes ejecuciones. De Lucía siempre fue reconocido por sus alcances técnicos. Él mismo, en cierto momento, llegó a decir que “si te falta técnica, pierdes libertad para crear”. Era un virtuoso de la guitarra. Memorables resultaron sus presentaciones en emblemáticos escenarios del mundo como el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, donde estuvo en distintas ocasiones. Entre otros reconocimientos, a lo largo de su trayectoria obtuvo la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1992), la Distinción Honorífica de los Premios de la Música (2002), un Grammy por Mejor Álbum de Flamenco (2004) y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2004). Su nombre artístico lo adoptó en función de una usanza que prevalecía en el barrio de La Bajadilla, donde creció: a los niños que se llamaban igual, se los distinguía a cada cual con el nombre de su progenitora, de tal manera que en su caso se hacía la especificación de que él era Paco, “el de Lucía”, su madre, Lúcia Gomes “La Portuguesa”. Su último disco de estudio fue “Cositas Buenas” (2004) y grabó uno en concierto en el año 2011, titulado “En Vivo”. Dejó grabado un disco de coplas que aparecería en abril próximo, bajo el título de “Canción Andaluza”.  Paco de Lucía tenía 66 años de edad. El día de su fallecimiento, al momento de sentirse mal, según revelaron fuentes cercanas a su familia, jugaba futbol en la playa con su hijo Diego.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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