Tiempos idos, no volverán. Es martes, media mañana, en los puestos que venden artesanías a espaldas de la Biblioteca Central Benito Juárez (Tijuana) un par de ancianos platicaba. Uno de ellos, comentaba que fue a hacer un trámite al Registro Público de la Propiedad y que en cuanto pudo, salió huyendo porque “un grupo de personas gritaban majadería y media contra las autoridades estatales”. Aseguraba este cronista espontáneo que bien a bien, no supo lo que pedían aunque sí de quiénes se trataban, “eran los famosos antorchos (filial de Antorcha Campesina) que ya encontraron el camino para presionar al gobierno y exigir agua, pavimento, luz, escuelas, becas, pintura, comida y todo lo que se les ocurra. Especialmente acarrean con las mujeres y los niños, para causar lástima”. El otro anciano, que se entretenía mirando artesanías, discos o libros antiguos, dijo: “vivo en la Libertad y me gusta venir a este parque. Platico, escucho a la gente, hago ejercicio y me entero de lo que pasa por aquí. Estos antorchos, cada que se les acaba el gasto para la comida, vienen a gritar, amenazar para que les den más y más… no tienen fin. Y recordaba que su familia llegó a Tijuana en los años 50. “Y nunca anduvieron acercándose al gobierno para que les ayudara. Mi padre trabajó desde el amanecer hasta bien entrada la noche, primero fue ‘gritón’ y luego cantinero en la Revolución. Éramos tres hijos y como ya estábamos grandecitos empezamos a vender periódicos. Hoy tengo mi casita, mandé a mis hijos a la universidad y me siento orgulloso de no haberle pedido ni quinto al gobierno. Los que recién se habían conocido se despidieron como antiguos amigos, prometiendo que volverían a encontrarse en ese lugar “un día de estos”. Ambos señores con sencillez nos habían hecho recordar tiempos idos, cuando el orgullo, la dignidad y el respeto eran dones de los pobres, que se esforzaban por sacar adelante a los suyos. ¿Y cómo lo hacían? ¡Trabajando! Nota 1.- En la nota (ZETA #2080) sobre los OSC´s de Ensenada los ciudadanos mencionan su descubrimiento de COPLADEM y las ventajas democráticas que tiene para los ciudadanos. Pues aquí en Tijuana teníamos esa herramienta ciudadana, solo que en el 20 Ayuntamiento la tiraron al caño, inventaron el IMPLAN y ahora le dan paso al Instituto Municipal de Participación Ciudadana, que sigue siendo una pobre copia de COPLADEM. Nota 2.- La señora Sonia Albañez de la Fundación Pro Trasplantes de B. C., A. C. (Ensenada) nos comparte la buena noticia de que siete estados del norte firmaron un convenio para integrar el programa “donación de órganos y tejidos con fines de trasplante”. Con ello, aumentará en esos estados la capacidad de servicio. Nota 3.- Es alarmante el aumento de niños, bebés que fallecen por negligencia de sus padres adictos. DIF debería elaborar un programa como el AMBER, pero dedicado a informar sobre padres y madres que maltratan a sus hijos. Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com