¿La concesión de la vía corta Tijuana-Tecate cambio de dueño? Se le pregunta al titular de Admicarga Juan Rivera, remitiéndolo a las versiones públicas que indican que el titular de explotación de la vía, Dimas Campos Santiesteban, dueño de Baja California Rail Road, le vendió sus derechos al promotor de box, Fernando Beltrán Rendón. Conforme a la Ley, las concesiones son autorizaciones para explotar comercialmente, por un tiempo determinado, propiedad de la nación que no pueden vender. Juan Rivera dice lo que sabe: ellos siguen tratando con Baja California Rail Road y oficialmente no han sido notificados de ninguna modificación, aunque sí les comentaron extraoficialmente, que habría cambios al interior de la empresa. Es decir, que efectivamente saldría Dimas Campos y entraría Fernando Beltrán, hoy referenciado como el empresario del sexenio. De realizarse el cambio se abre la posibilidad de una venta de concesión disfrazada que tiene dos vías posibles: por un lado Campos puede mercarle a su amigo Beltrán su parte de la empresa BCRR y recibir tranquilamente su dinero; o tramitar ante la SCT una “cesión de derechos y obligaciones” en la que supuestamente no hay intercambio económico, lo que no impediría que los dólares cambien de mano en lo oscuro. Y así de fácil, la concesión de la vía corta Tijuana-Tecate cambia de dueño. Desde 2008, Dimas Campos Santiesteban intentó obtener la administración de la Vía Corta Tijuana-Tecate, se la había ofrecido el fallecido Francisco Blake por haber apoyado económicamente la campaña del entonces gobernador Guadalupe Osuna. El 12 de enero de 2012 finalmente le cumplieron, alegando “incumplimientos de la empresa y vencimiento de contrato” de la compañía que tenía al consentimiento de explotación, así la entidad estatal Admicarga, se la entregó al empresario de la gasolina. La recibió directo, sin licitación pública como correspondía, y sin tener personal especializado, ni locomotoras, lo cual paralizó el servicio las primeras semanas. Para cubrirse, dijeron que se trataba de un contrato provisional. El entonces secretario de gobierno Cuauhtémoc Cardona, aseguró que el contrato definitivo sería entregado a quien “pueda responder económica y operativamente por el mantenimiento y modernización de las vías”. Las siguientes noticias se conocieron en septiembre y octubre de 2013, cuando Dimas Campos Santiesteban anunció a la prensa que a cinco meses de iniciados los trabajos –16 meses después de recibir la concesión– había invertido “5 millones de dólares de un total de 20 que tendrá el programa de rehabilitación de 30 kilómetros de vía. Y ahora resulta que no puede. Y por eso, en su benevolencia y con la venia del gobierno, entregará el negocio a Fernando Beltrán.
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