Armando entra a un cine con múltiples salas a ver una secuela de las películas de Tarzán, pero se equivoca de sala y en su lugar entra a otra donde se exhibe una cinta de King Kong, el gorila descomunal. Armando observa complacido el filme, y al terminar vuelve a su casa, donde le espera su esposa, quien le pregunta: — ¿Qué tal estuvo la película de Tarzán? “Muy buena, solo que un poco rara, porque Tarzán nunca apareció, ¡pero hubieras visto cómo ha crecido la Chita!”. Autor: Anónimo de Cinépolis.