El trasfondo real del Acuerdo de Certidumbre Tributaria también conocido como pacto fiscal, es calmar los ánimos de los contribuyentes en el país, ante el aumento a tasas impositivas y nuevos impuesto que el gobierno federal le cargó. Cabe recordar que a principios de febrero, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público habría anunciado un pacto fiscal que contemplaba el no aumento de impuestos. Ayer miércoles 26 de febrero la dependencia se explayó un poco más y dio a conocer algunos puntos que conforman dicho documento. Desde el 26 de febrero hasta el 30 de noviembre de 2018 no hay cambios tributarios, y no se crean impuestos nuevos, así como tampoco se moverán las tasas de los existentes en materia de ISR, IVA, IEPS. En otro apartado la autoridad federal se compromete en combatir la informalidad y se planteará al mayor segmento de población a que migren a esquemas de formalidad laboral. Pleno respeto a contribuyentes que se apeguen a sus derechos constitucionales, además de una mejora en la eficiencia y transparencia sobre el ejercicio del gasto público. También se acordó mantener una trayectoria descendente en el déficit público, es decir, equilibrado con lo que se aprobó en los Criterios Generales de Política Económica 2014. Aunque el gobierno federal asentó un candado final, en caso de presentarse un evento macroeconómico de relevancia, el acuerdo tendrá que ser modificado.
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