Para obtener, en efecto porque no es para construir, un Centro de Rehabilitación Integral Teletón (CRIT), el gobernador del Estado de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, destinó 40 millones de pesos del Presupuesto 2013. Si bien, la inversión es necesaria -214 mil personas con discapacidad viven en Baja California-, el gesto no el mismo en los 22 millones etiquetados para Rehabilitación y Asistencia Social del DIF Estatal para entidades locales. A ello se deberán sumar los 90 millones que la señora Brenda Ruacho de Vega, recolectará de empresarios, ciudadanos y organizaciones, para completar la inversión que la empresa Televisa requiere para “amarrar” el funcionamiento de uno de sus CRIT, en caso que dedican construirlo en algún municipio de Baja California. En cualquier otro año, el Gobierno del Estado ha destinado casi la mitad del recurso que se entregará a Fundación Teletón de Televisa para financiar los dos Centros de Rehabilitación Integral (CRI) y las tres unidades básicas de apoyo donde se realizaron 220 mil atenciones, en 2013, en el estado. De acuerdo al doctor Héctor Rivera, director del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el CRIT brindaría alrededor de 5 mil consultas a pacientes nuevos en un año, y su operación costaría casi 40 millones de pesos. En 2013, con 22 millones de pesos, casi 9 mil personas fueron atendidas en los diferentes centros de rehabilitación de Baja California, es decir, casi el doble de los que aseguran, atenderá la fundación de Televisa con casi el doble de presupuesto. Ahora sí que por donde se vea y se sume, sale más barato invertir con los locales, y asegura un mayor número de personas atendidas. El proyecto para la construcción de un Centro Teletón en Baja California ha sido amadrinado por la señora Brenda Ruacho de Vega, esposa del gobernador, y por ende, presidenta del Patronato de DIF Estatal. ZETA se comunicó con Fundación Teletón para conocer los términos de la petición. Lorena Duarte, directora general del Sistema CRIT, respondió: “Por conducto de la presidenta del Patronato del DIF Estatal, nos ha comunicado la intención de construir un CRIT en Baja California. Hemos iniciado pláticas para que conozcan nuestro modelo de atención”. El titular de DIF Estatal complementa que entre las condiciones que Fundación Televisa ha solicitado al gobierno estatal, está la entrega de 130 millones de pesos -a más tardar en agosto de 2014- como garantía del funcionamiento del CRIT, hasta el término de la actual administración estatal de Francisco “Kiko” Vega. De hecho, a partir de noviembre de 2019, el nuevo gobierno estatal pactaría con Teletón, las condiciones del financiamiento para la operación del CRIT. Dinero del Estado, entregado a la fundación de la televisora para administración de su centro de atención. Estas condiciones, explica el doctor Rivera, “son para mostrar la voluntad” del gobierno estatal. Además, deberán donar un predio de mínimo cinco hectáreas para la construcción, y exentar del pago de Impuesto Predial a Fundación Televisa. A cambio, el CRIT será edificado y equipado con parte de los fondos recaudados en la colecta anual de Teletón en diciembre de 2014. La ubicación del CRIT también correspondería a Fundación Teletón, la cual dirigiría un estudio de mercado para elegir el lugar ideal. De concretarse el proyecto, su construcción iniciaría en 2015. Hasta el momento, DIF Estatal ha mostrado como propuesta un predio localizado entre Tijuana y Tecate, cerca de El Refugio. Con 40 millones de pesos asegurados para este proyecto -aprobados por el Congreso del Estado-, la señora Ruacho de Vega se ha encargado de agendar más de veinte cenas de gala, eventos de beneficencia y demás actividades para los próximos seis meses, con el propósito de reunir los 90 millones restantes. Así, quedan de lado docenas de asociaciones civiles dedicadas a atender a personas con discapacidad. El catálogo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registra a 29 organizaciones, mientras que el padrón de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de Baja California (SEDESOE) cuenta a otras 12. Muchas sobreviven con la aportación de los padres de familia, donativos y esporádicas aportaciones gubernamentales. “No se admiten adultos” Los 21 Centros de Rehabilitación Teletón, se han convertido en el modelo más conocido a nivel nacional cuando de atención a discapacitados se trata. En gran parte por la difusión mediática y las aportaciones en el transcurso de 17 años. Por ejemplo, en 2013 se recaudaron 473 millones de pesos. Una característica de los CRITs, es la atención a niños y jóvenes con discapacidad neuromusculoesquelética, desde recién nacidos hasta los 18 años de edad. A diferencia de los dos CRIs en Mexicali y Tijuana, y las tres Unidades Básicas de Atención en Tecate, San Felipe y San Quintín -a cargo de DIF Estatal-, que atienden tanto a adultos como a niños. Esto se vuelve fundamental al estudiar las características de la población en México. Carlos Enrique Gómez Briseño, director de Rehabilitación y Asistencia Social de DIF Baja California, calcula que de las 220 mil personas atendidas en 2013, entre el 30 y 40 por ciento son niños. “Se está invirtiendo la pirámide poblacional, cada vez con más adultos y menos niños”, refiere. Desde el punto de vista médico, el avance de la tecnología ha permitido que las discapacidades se prevengan antes del nacimiento, con la ingesta de ácido fólico, o hasta la vacunación. “Sin embargo, los estragos de las enfermedades crónico-degenerativas en una población de adultos, crean otras condiciones como ceguera, amputaciones o cuadros semi-paralíticos, con eventos vasculares cerebrales”, observa el consultado. Atienden a más con menos Según información de INEGI, en 2012, en Baja California habitaban 214 mil 544 personas con discapacidad, el 6.8% de la población. Sobre la atención que se brinda a esta comunidad, Héctor Rivera, titular de DIF, señala: “Podemos sentirnos orgullosos del CRI Tijuana, pero no de las unidades básicas que tenemos en Tecate, San Felipe y San Quintín”. De los 22 millones de pesos destinados a este programa al año, 13 millones se utilizan en la operación y mantenimiento del CRI Tijuana, siete para el CRI de Mexicali, y los tres restantes se dividen en las unidades de Tecate, San Felipe y San Quintín. En recorrido por el CRI Tijuana, su coordinador, el doctor Josué Vargas, refirió que en 2013 se atendió a 2 mil 200 pacientes de primera vez. El centro fue inaugurado en 2005, y para su construcción y equipamiento, se destinaron casi 65 millones de pesos. En general, “el grueso de la atención en rehabilitación gira alrededor del adulto en edad productiva que sufre problemas con fracturas o traumatismo cráneo encefálico”. El segundo grupo que más se atiende, es el del adulto mayor con enfermedad vascular cerebral como embolia. En el tercer grupo, niños con problemas motores y músculo esqueléticos. Además de los 13 millones anuales para su operación, el CRI Tijuana recibe algunos fondos nacionales, como el de 2013, por 1.2 millones de pesos, con lo que adquirieron aparatos de ultrasonido terapéutico. “Contamos con un buen equipo y personal capacitado, pero en ocasiones, la demanda nos puede superar, hacemos el mejor esfuerzo por atender de la mejor manera a todos nuestros pacientes”, explica el médico. Un paciente nuevo espera, en promedio, cinco días para ser valorado por un especialista; una semana después, inicia su terapia. Mientras, en el gimnasio, un terapeuta divide su hora de terapia en cuatro pacientes. Y es que la demanda crece, cada año hay un incremento del 15% de pacientes. Este centro es el mejor equipado en la ciudad y el que recibe a mayor número de pacientes, de los cuales el 70% son personas de escasos recursos, a quienes se puede exentar en el pago de consulta. El resto de los pacientes pagan entre 25 y 175 pesos por consulta de terapia física -de acuerdo a su nivel socioeconómico-, en el resto de los centros de rehabilitación privados, la consulta se cobra en 300 pesos. Las atenciones brindadas van desde terapia física, sesiones en el tanque de agua, centros de cómputo, especialistas en prótesis, consultas psicológicas, terapia ocupacional y rehabilitación laboral. Es esto lo que distingue al CRI de otras unidades que solamente se enfocan en la terapia física o en educación especial. Según la experiencia del doctor Josué Vargas, una de las principales dificultades de la atención a discapacitados es el traslado: “Por eso la intención de centros más pequeños, pero con capacidad en diferentes partes del estado, para responder a las necesidades de las personas, no solamente condicionarlas a que se trasladen al centro grande”. Al respecto, el doctor Rivera, director de DIF Estatal, añade que en caso de construirse un CRIT en Baja California, DIF cuenta con 20 vehículos en Tijuana, 10 en Mexicali, 10 en Rosarito, cinco en Ensenada y dos en Tecate, para efectuar traslados desde el hogar de los pacientes, hasta los centros de salud. La necesidad de las organizaciones civiles En Carita de Dios, 39 niños acuden para recibir terapia de rehabilitación, formación académica, además, para asistir a la guardería. Adalid Murguía, directora y fundadora de la asociación civil, estima que al día se requieren 20 dólares para atender a cada niño. Al año, este gasto representa alrededor de 3 millones de pesos. En gran parte, la asociación se sostiene del trabajo de las madres de familia, quienes dividen su tiempo entre su empleo y asistir en el centro. En una semana, Murguía debe cubrir 7 mil 200 pesos para pagar a su personal. Sobre la construcción de un CRIT, Adalid, madre de un niño con discapacidad, razón por la cual inició esta asociación en 2002, opina: “Es bueno, pero necesitamos más centros y estancias en otros puntos de la ciudad. Es triste saber que hay madres que dejan encerrados a sus hijos porque no tienen a alguien para cuidarlo, algunas vienen desde Santa Fe, Zona Este”. También está el caso del Taller de Protegido para Discapacitados, organización civil que recibe a niños mayores de 16 años para instruirlos en la creación de piñatas, repostería y confitería. Por el momento, 16 jóvenes son recibidos en ese centro, que se mantiene de la aportación semanal de100 pesos de los propios padres de familia, las ventas de las piñatas, galletas y paletas de chocolate, además de donativos. Más que un proyecto para este 2014, la asociación civil tiene una prioridad a atender: el desgaje del cerro donde se encuentran sus instalaciones. Manuel Vázquez, tesorero del Taller, explica que el declive del talud crece en cada temporada de lluvia. Hasta el momento, un metro separa al taller de panadería de caer por el cerro de cuatro metros de altura. Tras conducir estudios topográficos, esta organización requiere 800 mil pesos para remedir la situación y prevenir el cierre del taller, debido al riesgo que representaría para los jóvenes. Aunque tanto Manuel Vázquez como la represente legal del Taller de Protegido para Discapacitados, María de los Ángeles Buenrostro, consideran que la construcción del CRIT podría beneficiar a un amplio sector de la sociedad, comparan lo que ellos han logrado desde su creación, en el año 2000, con muchos menos recursos. Citan el donativo de un millón 170 mil pesos, con el cual crearon el taller de confitería en 2011, y el apoyo de 200 mil pesos en 2013 para la adquisición de material para la creación de piñatas. Así como ellos, el resto de las asociaciones civiles en Baja California también podrían verse beneficiadas -y hasta garantizar su continuidad- con un donativo tan generoso como el que se pretende entregar a la Fundación Teletón de Televisa. Inés García Ramos