El edificio data de 1930 y fue declarado Patrimonio Cultural de Baja California. Hoy es la Casa de la Cultura en la Colonia Altamira, pero antes fue la Escuela Primaria Álvaro Obregón. El edificio se ha preservado, resalta el ladrillo rojo con el que fue erigido el bello complejo dedicado al desarrollo y al fomento de la cultura y las artes. Pero hace unos días, el Director del Instituto Municipal de Cultura de Tijuana, le dio en la torre a la postal gráfica del viejo edificio: no sólo promovió, sino que auspició en términos económicos, la elaboración de grafitis en toda la barda perimetral de la Casa de la Cultura. La vista ya no se concentra en el Patrimonio Cultural, sino en las coloridas pintas que rodean la historia de Tijuana. Ahora sí que para quitarse de limpiar el graffitti de las paredes que protegen el edificio, de plano mejor lo entregaron a grafiteros reformados. La historia rodeada…