Las mesas de trabajo para la recolección de opiniones ciudadanas en torno a la adecuación del marco jurídico en materia educativa, concluyeron este sábado en Ensenada, teniendo como sede el Centro Estatal de las Artes. La actividad fue organizada por la comisión de educación, cultura, ciencia y tecnología del Congreso del Estado, en conjunto con el Sistema Educativo Estatal y Federal. Lo recopilado en estas mesas, será incluido, o considerado en los lineamientos que establezca el poder legislativo estatal, para adaptarse a las reformas educativas aprobadas por el Congreso de la Unión a finales del año 2013. La participación en Ensenada fue variada, se realizó en 9 mesas con temáticas insertadas en 3 ejes: Ley general de educación; Ley general del servicio profesional docente; y Ley del instituto nacional de evaluación educativa. En total fueron aproximadamente 600 posturas las registradas por la comisión del congreso, provenientes de maestros de todos los niveles educativos, de alumnos, padres de familia, maestros jubilados y representantes de la iniciativa privada. Así lo informó la diputada Irma Martínez Manriquez, coordinadora de la comisión a cargo de la consulta. Las mesas de trabajo previas que realizaron fueron en Tijuana el 1 de febrero 2014 en el Centro de Cultura de la Legalidad, y en Mexicali el 8 del mismo mes en el Centro Estatal de las Artes en esa ciudad. La reunión en Ensenada concluirá a las 2 de la tarde de este sábado. Y será hasta el 12 de marzo cuando el Congreso local deberá plasmar su postura y propuesta. Aunque no es una fecha fatal, según refirió la diputada Martínez. CEARTE represor A la par de la consulta en los patios externos del CEARTE un pequeño grupo de maestros autodenominado “Movimiento de Resissstencia” manifestaba su inconformidad ante las reformas federales. Colgaron un par de lonas entre las palmeras y el balcón exterior del edificio y conectaron una bocina a uno de los enchufes ubicados al centro de la explanada. El administrador del CEARTE, Abelardo Antillón, bajó el switch de la luz y dejó sin audio a una maestra mientras explicaba los motivos de su inconformidad. Pero el asunto no quedó ahí. Un par de policías municipales arribaron al sitio a petición del propio Antillón, para que le ayudaran a que los no más de 5 manifestantes quitaran las lonas y no estuvieran haciendo ruido, porque molestaban a los usuarios del CEARTE. Los policías tomaron nota y decidieron no intervenir. Se retiraron y el asunto quedó entre la molestia de un par de maestras por el trato del personal del CEARTE y una bocina, que a propósito, les dejaron sin energía eléctrica.