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martes, octubre 1, 2024
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Cirugía mayor al IMSS

  La salud es el motor de una nación. Reviso algunos retos que enfrenta el Instituto Mexicano del Seguro Social en Tijuana. 1. El enfermo-paciente esperando en las salas su turno cuatro o más  horas mientras el sistema lo atiende en 15 minutos, ¿por qué? Insuficiencia de profesionalismo, personal médico, consultorios, y ausencia de un sistema más ágil, eficiente y organizado. Pero la insensibilidad de no respetar el tiempo de los pacientes es un insulto a su condición vulnerable, son personas sin voz, que no protestan, que se resignan, que no cuestionan a nada ni a nadie. Los sindicatos,  la CTM, sus patrones, también callan aunque se vean perjudicados por el despilfarro de tiempo. 2. Citas para consulta en dos semanas. Cuando se ocupa el servicio de seguridad social, acudes al sistema burocrático para la atención de un médico para solicitar una ficha que se programa hasta que haya capacidad de recepción porque la saturación de los servicios son al menos 14 días de espera. 3. Las cuotas de patrones y trabajadores que se capturan en Tijuana por el IMSS, son muy cuantiosas y superiores a las necesidades de la región; si se aplicaran esos recursos tendríamos un servicio hospitalario de primer mundo. Pero ese capital se centraliza y no se sabe en qué se encauza. Se asume que se destina a mejorar el servicio de estados de mayor atraso. Lo cierto es que todas las regiones de la República tienen graves carencias en salud, nutrición, seguridad social, medicina preventiva, etc. 4. ¿Por qué millones de mexicanos huyen del campo? ¿Cuál es el inventario de elefantes blancos en el sector salud? ¿En dónde se destinan esos recursos que no mejoran el servicio en ningún lugar si el atraso social se profundiza? Opacidad de las instituciones del país es el hoyo negro de despilfarro, desorganización, ineficiencia y el cáncer de corrupción e impunidad que hunde en espiral de crisis constante. 5. Si un trabajador acude con un problema de traumas en huesos, le programan los “rayos X” en 20 días. El problema central es la incapacidad de las instalaciones para atender la demanda de derechohabientes. Las clínicas están saturadas. Recursos hay, el IMSS debería estar construyendo infraestructura, consultorios, salas de emergencias, pero las fugas de cuotas de Baja California, hoyo negro del centralismo y la opacidad son la causa clave de las deficiencias. Los trabajadores de la salud hacen lo que pueden, pero sin las herramientas y recursos necesarios deben sentirse impotentes. 6. Una familia con 5 ó 6 miembros debe asistir a igual número de consulta. Viacrucis para las familias, pues si se enferman simultáneamente, tendrán que asistir al médico una vez por paciente y esto significa la inversión de un día para que sea atendido. 7. Saturación de los servicios en las clínicas. ¿Cuantas clínicas y hospitales deberían servir a Tijuana? Una ciudad en constante expansión demográfica, con migrantes y población flotante con el síndrome de la maleta que llegan para cruzar a EUA. 8. Las “jubilaciones” (¿cuál júbilo?) asignadas a los asalariados son de mil pesos men-sua-les. Personas sin aceptación en el mercado de trabajo, viven de la caridad de su familia, de la piedad. Los estudios de los costos de vida  y precios de la canasta básica son contundentes, se requieren al menos 400 pesos para sobrevivir con dignidad. 9. Los trabajadores del IMSS pasan de inmediato a cirugía, los demás se programan cuando hay turno en una lista de espera. Bien que se atienden de inmediato a los empleados del IMSS, pero ojala y así fuera con todos los mexicanos afiliados. Qué discriminatorio que una institución tan poderosa y tan importante no se direccione con criterios de eficiencia, transparencia y equidad en los servicios a la salud de la comunidad. 10. Los resultados clave de una institución dependen de la dirección, sin cabeza no hay cuerpo. La responsabilidad y el rezago del IMSS dependen en los altos directivos, de sus decisiones financieras, no de sus trabajadores, ellos obedecen líneas y políticas. Que esta élite informe qué pasa dentro con ese capital social que está bajo fundadas sospechas de incapacidad, ineptitud, ineficiencias, opacidad y derroche. 11. ¿Qué pasaría si se sustituyera el lucro salvaje por el humanismo solidario en la medicina neoliberal? ¿Qué cambios observaríamos sin corrupción en el sector salud? ¿Qué pasaría si los trabajadores administraran sus cuotas con inteligencia y honestidad? ¿Tendrían una vida  digna y mayores ingresos? ¿Tendrían mejores medicamentos, medidas preventivas y correctivas? ¿Habría un mayor y mejor cuadro de medicinas efectivas, sin caducidad encima en las farmacias del IMSS? ¿Existirían beneficios esenciales derivados de un recurso que se diluye entre las élites de la burocracia, el centralismo y el manejo de recursos que no rinden cuentas? Millones de trabajadores gozarían de los beneficios de una reestructuración política, administrativa, médica y ética.   M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana Correo electrónico: hrgcuellar@yahoo.com

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