Al entrar las empresas mexicanas como socias en las paraestatales, se unirán con los comerciantes del país para ampararse y no pagar impuesto, como lo están haciendo en las fronteras, después lo harán en todo el país: las grandes cadenas de comercio en general no pagarán impuestos, pero sí lo cobrarán al consumidor. A la sombra de la ley de amparo se comete toda clase de robos, sin que los ladrones como en el caso de que los evasores del impuesto sean castigados, más bien son premiados con escolta especial como la del ladrón que provocó el Fobaproa y como la de algunos ex presidentes y gobernadores de México, que siguen robando con el poder de su fuero. El trabajador asalariado sí paga lo suyo y lo de los comerciantes que no pagan, los profesionistas y pequeños empresarios también pagan, puede que la cámara de la industria se ampare, pero no ampara a la pequeña ni a la mediana industria, ni al comercio en pequeño; tampoco los sindicatos amparan a sus agremiados, a ellos les rebajan el impuesto si reciben pago por nómina, según comentan algunos. México es un país maquilador y se habla en los medios de que para ellos el gobierno tiene la preocupación de darles un trato preferencial, para que ellos paguen menos impuesto; los trabajadores extranjeros no pagan impuesto en México porque ellos lo pagan en su país de origen, según se dice en algunos libros. Si no pagamos impuesto el gobierno no tendrá para pagar a sus trabajadores y si no genera lo que gasta pedirá prestado a los bancos y, como no podemos pagar, perderemos la otra mitad del territorio, para sobrevivir bajo el régimen del gobierno mundial, el del dinero. Vicente Martínez Méndez Tijuana, B. C.
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