Todo comenzó en un grito, 15 de septiembre de 2011 en el festejo patrio. La fiesta de la Independencia de México fue la primera transmisión de un canal de televisión altamente cacareado por sus creadores: los funcionarios de primer nivel del XX Ayuntamiento de Tijuana. Por y para el ayuntamiento y la ciudad, lo bautizaron “TV Tijuana”. Tan original el nombre como el proyecto. Así, todo comenzó en un grito y terminó en un silencio. En campaña, Jorge Astiazarán Orcí decidió: de ser el candidato electo (y lo fue), dejar de lado el proyecto de Carlos Bustamante. A partir del primero de noviembre de 2013, la transmisión del gobierno municipal, difundida por la empresa Cablemás, dejó de exhibirse. Con dos años y medio, el Canal del XX Ayuntamiento fracasó. Y no solo eso, en el arranque de la programación, la promesa fue que no tendría costo para las arcas municipales, pero terminó costando millones de pesos. La comunicación social en el gobierno se cuenta por millones. Entre relaciones públicas y el Departamento de Comunicación, en un año, en Tijuana se gastan 90 millones de pesos. Cada año ha incrementado lo destinado en promocionar la imagen y los gobiernos de los alcaldes. Tanto que, incluso, la administración de Carlos Bustamante heredó una millonaria deuda con los medios de comunicación locales por concepto de publicidad. Algunos pagos ya realizados a estas empresas que mantenían pasivos con la administración pasada, se basaron en la descripción del concepto sugerente: “saldo a pagar FCT”, deuda que Bustamante dejó y, además, generó en 2013, año electoral. De la deuda que ascendió a 13 millones de pesos que no se pagaron a tiempo, un millón y medio de pesos fueron para una empresa que la actual administración no tiene pruebas claras en qué se ejerció. Únicamente está el compromiso. En el XXI Ayuntamiento saben que esa empresa, supuestamente iba “a posicionar” al ex alcalde a nivel nacional. Las dizque bondades Aunque no fue su idea original, dos ex empleados “de primer nivel” de Carlos Bustamante Anchondo se colgaron la medallita. En su momento, Antonio Cano, coordinador de gabinete, y Martha Saldívar, encargada de la Dirección de Comunicación Social -esta última, responsable oficial del canal-, encabezaron el lanzamiento. El principal atractivo al momento de dar a conocer el proyecto, fue que la producción, contenido y la transmisión, serían prácticamente gratis, es decir, sin costo para el ayuntamiento. Se sostendría de patrocinadores. De hecho, al momento de iniciar, el Municipio proporcionó el presupuesto inicial de 180 mil pesos. La otra virtud del proyecto encabezado por Saldívar, era que en la programación se contemplaría la mayoría del espacio para difundir cómo se despachaba en las diferentes dependencias, los trámites y las campañas de pago de Impuesto Predial. El canal se hizo por medio del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), pues como paramunicipal, puede tener ingresos y direccionarlos en partidas programadas directamente, de lo contrario, el recurso de los patrocinadores entraría por Tesorería, y de tal manera, a la licuadora del gasto corriente. Por si fuese necesaria más oferta, el canal nació con la promesa de una puerta abierta para los artistas y talentos de la ciudad, para que tuvieran el acceso a la transmisión sin costo alguno. Al celebrar un año de transmisiones, Martha Saldívar declaró jactándose: “Nos sentimos muy orgullosos de lo que se ha logrado hasta ahora, es un gran esfuerzo el que se hace para lograr que TV Tijuana se consolide en el gusto de la audiencia”. Incluso señaló las intenciones de la Dirección de Comunicación Social por realizar paneles sobre adicciones, atención a grupos vulnerables, violencia intrafamiliar, asuntos de género, y dar voz a los empresarios. El gobierno de Carlos Bustamante pensó en todo, menos que su proyecto tendría poca penetración, poca audiencia y un costo muy elevado, en promedio, de 4 millones de pesos. El costoso chistecito Al principio, los patrocinadores dieron los ingresos. No todos. Entraron empresas como Calimax, GEO y la propia Cablemás, momentáneamente Oxxo. El costo del canal empezó a ser más alto, entonces el patrocinio requería de mayor cantidad, por eso los clientes, sencillamente abandonaron. Los costos se trasladaron al erario. Carlos Bustamante no interrumpió el canal, aunque comenzó a ser costoso. Se tuvieron que hacer transferencias de millones y ampliaciones presupuestales. En sesión de Cabildo celebrada el 13 de noviembre de 2013, a días de abandonar la administración, se autorizó que el IMAC ampliara en un millón 308 mil su presupuesto para “el pago del canal de televisión TV Tijuana”. Ésa fue tan solo uno de las transferencias. Hay otros millones que aún se deben. Por ejemplo, a la productora IDigital, de Gabriel Reyes, se le debe un millón 300 mil pesos. Según el gobierno de Jorge Astiazarán, “el trabajo que hicieron está sustentado” y será entregado en discos duros al Archivo Histórico. Reportes de la empresa refieren que se hicieron más de mil 897 producciones. A Cablemás tampoco se le pagó en la administración que fue contratada. Aún se le debe un millón de pesos. Aproximadamente, hasta lo que se ha detectado un costo para el Municipio de más de 4 millones de pesos. Desechado Rodrigo Bustamante, actual director del Departamento de Comunicación Social, explica: “El estatus del canal, por instrucciones del alcalde Jorge Astiazarán desde campaña, es no seguir con él, porque cuesta”. De hecho, en 2011, año del estreno, Antonio Cano declaró que el canal contaría con el patrocinio de “una empresa nacional de telefonía”. Nunca pasó. Se buscó a Telcel, Telnor, entre otras empresas.