Hay parejas en que uno u otro traen sentimientos en su alma que no alcanzan a entender del porqué, principalmente al no lograr ponerse de acuerdo con su forma de ser, dejando al otro con un sentimiento desgarrador porque paciencia no tuvieron al no lograr ponerse de acuerdo con esa forma de ser, sobre todo que por cualquier cosa se enojan, no soportan su carácter y generalmente el que se enoja pierde y el otro sufre. Enojarse es fácil porque es una reacción natural ante una situación que es contraria, ya sea porque no se obtuvo lo que se quería o bien porque existe un obstáculo para los planes deseados. Una vez que el enojo, la furia o la ira están presentes, es casi imposible pensar adecuadamente porque la capacidad de razonamiento se ve disminuida, se deja de pensar y sólo sienten furia. Una persona enojada o furiosa nunca puede pensar con claridad y nunca logrará sus objetivos. Lamentablemente no siempre se ponen furiosos con la persona indicada, es decir, con la persona que ocasionó el conflicto y a veces el desquite es con quien está más cerca, que generalmente es la pareja por convivir más tiempo con ella. Esto ocasiona que cuando se está enojado se es injusto con quien se desquita y se dicen cosas de las que después se arrepienten. Si se está alterado, vale la pena relajarse y tranquilizarse, y decidir a lo mejor en unas horas o al día siguiente, porque hay cosas que no se deben de postergar demasiado. Contar hasta 10 a veces funciona, ya que antes de actuar, hay que detenerse, calmarse, respira profundo y analizar. El enojo pone en alerta a la pareja, preocupada siempre de que por cualquier cosa se vaya enojar con ella, vive en constante zozobra porque todo lo enoja, llega el momento en que rehúye a la mima porque siente que puede explotar nuevamente, ambos son infelices, el enojado al arrepentirse y darse cuenta de que está echando a la borda su relación, su matrimonio, pero que no hace nada para remediarlo mientras que el otro, sufriendo la ira de su pareja y quizás la violencia física independiente de cualquier otra forma de manifestarse. Se debe de aprender a enojarse con la persona correcta, desquitar su coraje y ya, y no arremeter contra todos ni sin ton ni son; que luego se tengan que lamentar (que es lo que generalmente sucede) de lo dicho o hecho, y saber que los hechos tienen consecuencias; muchas veces tan graves como el perder en primer lugar el respeto, la admiración, el amor y finalmente a la pareja por medio del divorcio o la separación, que podría ser lo mejor. El enojo, como sentimiento es producto de sensaciones, algo inherente a la persona, pero estar consciente y analizar honestamente de dónde, qué y quién lo provoca, ya que éste tiene varios efectos negativos en las relaciones y causa distanciamiento con la pareja, con los demás y con sí mismo porque hace sentirse desdichado. En muchas ocasiones se irrita o enoja con mucha facilidad, sienten que no pueden controlar sus emociones y quizás ya sea hora de pedir ayuda profesional. Piensen antes, si se encuentran en una situación que les altere, deténganse y piensen, de modo de darse cuenta qué es lo que les está molestando y así encontrar la mejor manera de reaccionar. Si piensan antes de reaccionar, su respuesta será más adecuada. Busquen otras posibilidades, frente a una situación de ira, deben ser capaces de decidir la reacción que tendrán, aprendan a conocerse, tienen que saber controlar sus emociones, y lograr enfrentar las dificultados con más serenidad. Existen personas que no saben por qué se enoja tanto su pareja, llegando a pensar que lo que los mantiene unidos es la costumbre y no el amor, porque el amor no se demuestra en esa forma, es imposible vivir así, en lugar de estar en un ambiente de armonía, felicidad y alegría, parecen vivir en un infierno. Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al teléfono 684-9647 o al e-mail: bautista46@hotmail.com El autor ejerce su profesión en Tijuana, B.C.