El mismo mensaje se le da a una prostituta que a una adolescente de 13 años. En la actual cultura del libertinaje sexual, los homosexuales que tienen al año en promedio 61 compañeros o parejas, contraen el SIDA. Los que se mantienen con 25 compañeros no lo contraen. Pero hay algunos que tienen más de 300 parejas anualmente, lo que ha causado una pandemia del virus de inmunodeficiencia adquirida. La educación sexual entre los jóvenes se ha reducido a un tratamiento tipo veterinario. No a seres racionales o pensantes. En Uganda, para reducir del 15 al 4 % el SIDA, fue posible lograrlo entre otras cosas a través de promover la castidad entre los esposos (hombre y mujer). Además no se le otorgó al condón, promoción indiscriminada como en México. No basta con ser religioso o católico; se apuesta por una sexualidad con inteligencia. Humana pero inteligente. A los padres de familia o educadores que deseen conocer sobre el desastre que está ocurriendo en Estados Unidos a causa del libertinaje entre adolescentes y jóvenes, dese la oportunidad de escuchar vía internet la conferencia de Pam Stenzel sobre si el sexo tiene un precio (www.gloriatv.com) Stenzel, que invita a los jóvenes acercarse a Dios y a la vida a través del verdadero amor, no deja de hablar a una civilización catastróficamente quebrada, en decadencia. Sociedad maquillada ante el derrumbe de la familia, el divorcio y la inmoralidad sexual. Pero no subjetivamente, sino con números. A quienes afirman “No me va a pasar a mí”, Stenzel recuerda la crueldad de las estadísticas, por ejemplo en las enfermedades de transmisión sexual: 55 mil personas adquieren diariamente enfermedades de transmisión sexual. En 1950 se conocían 5 enfermedades (ETS), hoy existen más de cincuenta. La clamidia, que es contraída diariamente en USA por adolescentes, una bacteria que el 80 % la tiene sin saberlo. Y que 25% tienen probabilidades de ser estériles –la primera vez–. A quienes se nos ha mentido sistemáticamente a través de una mala educación sexual. Tipo veterinario. Como si las personas sólo fuéramos eso. Animales. Las relaciones sexuales no sólo llevan al embarazo, sino al aborto, al sida, herpes, clamidia. Incluso el embarazo trae problemas legales. En los Estados Unidos, existen ahora dos millones de parejas, esperando hasta 10 años para lograr adoptar hijos o bebés. Mientras diariamente son asesinados por abortos en las clínicas legales del mismo país, más de un millón de criaturas no nacidas, ya formadas y en gestación en el vientre materno. Qué paradoja. Sida, papiloma, clamidia, VIH, hepatitis, tricomones, etcétera. Es lo que desgraciadamente muchos encuentran ante el libertinaje sexual promovido en el medio artístico, cultural, mediático, gubernamental. El Colegio de Ginecología y Obstetricia de USA, considera que el 46 % de los solteros (de USA) activamente activos, está contagiado ahora de HPV. Uno de cada dos jóvenes está infectados. Y todo esto afecta el futuro de las naciones en su centro familiar, en su vida social, pues de la familia dependen los países. En el debate por la honestidad sexual en el mundo, surgen dos aparentes visiones. Una por la vida y otra por la muerte. Le sugiero que escuche la versión de Pam Stenzel, y se sorprenda de información como el hecho de que si el espermatozoide es 450 veces más grande que el VIH, cómo es posible que entidades sanitarias en todo el mundo, insistan más en el condón, que en la fidelidad y la abstención sexual. Como si se tratara de adquirir o manejar algún aparato cibernético o digital inteligente. Stenzel afirma que en el mundo el sexo se ha convertido en un juego. Sí, un juego que tiene postrada e infectada a la humanidad con una serie de enfermedades de transmisión sexual que la están llevando a una destrucción segura. Y muchos seguirán repitiendo entonces: ¡Eso no me va a pasar a mí! Germán Orozco Mora reside en Mexicali Correo: saeta87@gmail.com