En la última edición de ZETA, en un reportaje sobre las auditorías e investigaciones que se siguen a por lo menos los dos últimos años del trienio de Carlos Bustamante Anchondo como Alcalde de Tijuana, se dio cuenta de cómo el análisis ordenado por el alcalde Jorge Astiazarán había dado como resultado, entre otras muchas -233- irregularidades, que se debía el agua. La friolera de 11 millones 54 mil 691 pesos. Considerando las paupérrimas condiciones en las que el actual munícipe debe administrar la ciudad, en la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana que dirige Alfonso Álvarez Juan, ya preparan un convenio, y no precisamente para pagos en abonitos millonarios, sino para que sea el Ayuntamiento el encargado de tapar, bachear y reparar las calles que maltrechas quedan después de una obra de reparación o mantenimiento de la CESPT. O sea, que paguen con asfalto, grava y horas hombre. A ver si pega.
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