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jueves, septiembre 19, 2024
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VIH/Sida: entre la discriminación y el abandono

7 mil 323 casos en BC; Sector Salud solo atiende la mitad De los casos de VIH y sida que logran identificarse al año en Baja California, solo se da seguimiento a un 50 por ciento en las instituciones de Salud del Gobierno del Estado. La razón no se debe a falta de medicamento ni de infraestructura; la barrera que impide un tratamiento adecuado del virus o enfermedad, es la ignorancia y la discriminación. Por ejemplo, hasta noviembre de 2013, se registraron 633 casos en la entidad, entre notificaciones del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, pero en el programa de VIH y Sida, que atiende al 60 por ciento de los casos, solo ingresaron 250 personas. “En el mundo del jabonero, el que no cae, resbala” Desde joven, una “mujer de hogar”, así se define Lupita García. Ni bares, ni alcohol, ni drogas. La disciplina que sus padres inculcaron a la mochiteca de 36 años de edad, y que poco a poco fue haciendo suya, no evitó que el VIH invadiera su organismo, convirtiéndose después en el estigmatizado sida. Sentada a un lado de ella está Eugenia, quien desde los 15 años cayó en el mundo de la prostitución y drogadicción. Fue en la penitenciaría de Tijuana donde se infectó. Sin embargo, insiste con su frase de vida -que repite unas cuatro veces durante la entrevista-, que para el VIH/Sida no hay edad, nivel socioeconómico, ni oficio: “Estamos en el mundo del jabonero, y el que no cae, resbala”. Lupita y Eugenia relatan historias distintas que dieron un giro completo al momento que vieron sus estudios clínicos anunciando la invasión del virus. Las dos se dicen “agradecidas con Dios” porque el padecimiento las acercó a su familia, les alejó de las drogas o las retiró de la prostitución. La primera pareja de Lupita falleció a causa de un derrame cerebral, aun cuando los médicos -desconoce por qué razón- le hablaron de la posibilidad de la llegada del VIH a sus vidas. Todo fue falsa alarma. Hace seis años decidió rehacer su vida, y lo que antes fue un diagnóstico equivocado, un día del año 2007, los estudios médicos lo respaldaron: su segundo esposo fue el canal entre su amante y ella para convertirla en seropositiva. “Cuando yo llegué a mi casa y lo encontré con ella, yo me puse muy mal, y como a mí me dan ataques de nervios, perdí el conocimiento. Ella (amante) me llevó al doctor, al Centro de Salud, yo era delgada y ella dijo que yo tenía sida, entonces me trajo aquí, me hicieron estudios y salí positiva”, relata Lupita en entrevista dentro del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) en Tijuana. Mientras Eugenia, basándose en la vida que había llevado hasta ese momento, se auto diagnosticó portadora segundos antes de que el médico le leyera el resultado de sus análisis. Desde los 15 años de edad salió de su casa para buscar a sus padres biológicos, llegó a Ensenada procedente de Baja California Sur hace unos  25 años. Afuera de un bar del puerto la abordó una mujer cuyo nombre ni siquiera recuerda: “Que como era carne fresca, me dijo que iba a ganar mucho dinero, y ella también, porque era la que me vendía, como quien dice fue mi madrota, la que me indujo”. Haciendo uso de  la cocaína y el cristal, la mujer trasladó a la adolescente a Tijuana con el fin de explotarla sexualmente, “ahí empezó a correr mi vida”. Eugenia creció entre las drogas y la prostitución, engendró a cuatro hijos y un día cayó en la penitenciaría de Tijuana.  “Yo sé que fue en la prisión dónde me infecté, cuando estaba en la prisión me quitaron a mis hijos por delitos de drogas… era ‘El Pueblito’, revueltos hombres y mujeres, fiestas y cuanta cosa, corría la droga y corría la prostitución a todo lo que da”, así describe el lugar que la condenó a vivir con sida. Sinónimo de rechazo La diferenciación entre el VIH y el sida resulta básica, puesto que identificarlos como sinónimos, suele ser lo más común. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Virus de la Inmunodeficiencia Humana se aloja en las células del sistema inmunológico -encargado de combatir infecciones y enfermedades- del paciente, que según la carga viral en su cuerpo, comenzará a tener complicaciones en su salud.  El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, se diagnostica con el deterioro del sistema inmunológico y la llegada alguna de las más de 20 infecciones oportunistas que existen relacionadas con el VIH, por ejemplo, la tuberculosis. “Me interné en un centro de rehabilitación con un cuadro de tuberculosis fatal, ahí fue cuando me dijeron que me tenía que hacer el estudio, yo les dije que sí. El doctor me dijo que si qué diagnostico me daba, ya tenía el papel en la mano, pues yo me di positivo”, relata Eugenia, quién después de saberse enferma de sida, se sometió a un tratamiento. Es decir, el ser seropositivo no significa que se desarrollará el sida, y en todo caso, las enfermedades o el deterioro de un organismo pueden ser controlados con algunos de los medicamentos del mercado. Según Concepción Meneses Imay, coordinadora del Programa de VIH/Sida en Baja California, el 90 por ciento de los enfermos con sida en el estado están catalogados como “ambulantes”, es decir, llevan una vida normal y productiva. “No necesariamente están hospitalizados, de hecho los hospitalizados son nada más aquellos que presentan alguna complicación, que en estos días son muy pocos, la mayoría de ellos están, más del 90 por ciento son ambulantes productivamente activos, inclusive, y están bien controlados”, afirma Meneses Imay. A pesar de los avances médicos que podrían llevar a la enfermedad y al virus a un estatus “indetectable”, la cobertura total de los nuevos casos que detectan anualmente no ha sido posible para las instituciones de salud pública de la entidad. Según datos de la Secretaría de Salud, desde el año 2008 son detectados anualmente alrededor de 600 casos entre VIH y sida, pero en el tema de ingreso al tratamiento, la cifra no llega a 300 pacientes. Por ejemplo, en 2013 se han detectado 633 casos: 242 de VIH y 391 del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, sin embargo, cuando se habla de control, el registro de las autoridades estatales en materia de salud, solo suman un aproximado de 250 personas a los tratamientos, o a un esquema de observación que provee el gobierno. Meneses Imay señala en entrevista que la razón principal por la que portadores notificados no dan seguimiento a su padecimiento, es la discriminación y la ignorancia. “Básicamente todavía existe el estigma en general, inclusive también en el personal de salud, también el desconocimiento de la población de que existen lugares específicos en que hay confidencialidad en la información”, resaltó. El rechazo de familiares, vecinos, médicos y autoridades, es un factor determinante que afecta las posibilidades de aumentar el porcentaje de control de la enfermedad, sobre todo porque propicia la llegada de la primera enfermedad presentada en los recién notificados: la depresión. “Es la principal barrera con la que se encuentran, anteriormente podíamos hablar de desabasto de medicamentos, podíamos hablar de atención, pero ahora es el principal problema que se tiene”, asegura Ledly Anyuli Sánchez López, psicóloga en CAPASITS Tijuana. Eugenia se levanta el suéter en la entrevista y muestra su estómago, que lucirá de por vida la marca de una negligencia médica. “Todos estos hoyos que ves, se me pudrió, se me infectó, ellos se cuidaban antes de cuidarme a mí”. Hace un año, una cirugía en el recto casi le cuesta la vida por la falta de atención médica en un hospital general de Baja California Sur, ella regresó a su tierra a tratarse, pero “por discriminación quedé peor, me andaba muriendo, no se atrevían a trabajar conmigo”. Por su parte, Lupita está segura que si su nueva suegra se entera del padecimiento que tiene, la mata, “yo he escuchado comentarios que ha hecho ella, ella no me aceptaría”. Pero se resigna a la ignorancia de la madre de su tercer pareja, ella lo hizo con un familiar hace tiempo: “Yo actué de una misma forma, tenía un tío que le hicieron una transfusión de sangre y se infectó. Él falleció de sida, y pues, yo en una ocasión fui a su casa y, cuando supe, no quise ni entrar. A veces que escucho los comentarios y digo: pensar que yo hice lo mismo con mi propia familia, pero yo le doy gracias a mi familia, porque gracias a Dios actúan diferente”. A causa del desconocimiento de una sociedad, los portadores del virus son vulnerables a tratos inhumanos que pueden convertirse en serias afectaciones a su salud y derechos humanos; también en una desmotivación para someterse a un tratamiento que asemejará su esperanza de vida al promedio. “Ve y pregúntales en las oficinas de Registro Civil, les dicen, ‘no los podemos casar porque tienen VIH’. Es un problema, entonces dices tú, ¿qué estamos haciendo? Hay mucho trabajo que se ha hecho, ha mejorado el  servicio, sí ha mejorado en comparación de cuando trabajábamos en el Hospital General, donde los pacientes estaban en el sótano y se sentaban en el piso; pero nos hace falta muchísimo trabajo, en todos los niveles. A nivel federal, una campaña de información para los ciudadanos; a nivel Estado y municipio, pregonar o dar a conocer qué es la enfermedad, cómo se transmite y quitar en la gente la idea de que es un sinónimo de muerte. Ahorita es una enfermedad que se controla perfectamente”, expuso el titular de CAPASITS Tijuana, Jorge Arturo Alvelais Palacios. 7 mil 323 casos de sida en Baja California Baja California ocupa el octavo lugar en el país respecto a casos de sida notificados del año 1983 a 2013, con 7 mil 323, según el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida. Lo anterior representa el 4.4 por ciento de los 166 mil 370 casos registrados en la República Mexicana. El Distrito Federal (25 mil 750), Estado de México (17 mil 639), Veracruz (15 mil 231), Jalisco (13 mil 350), Chiapas (7 mil 700), Guerrero (7 mil 627) y Puebla (7 mil 378), aparecen por encima de esta entidad. En cuanto a pacientes que se clasifican únicamente como seropositivos, en los cinco municipios se registran alrededor de 5 mil personas que aún no requieren tratamiento. En los tres centros ambulatorios para la Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual, se brinda atención médica integral -psicología, nutrición y medicina general- a 2 mil 125 personas.  “El comportamiento más o menos ha sido igual en los últimos años, estamos hablando como de 2008 a la fecha, anteriormente iba en aumento, pero se puede decir que se ha mantenido, inclusive con un decremento”, informa Concepción Meneses Imay. El centro de Tijuana es el que más portadores trata, llegando a los mil 370, seguido de Mexicali (460) y Ensenada (295). La especialista asegura que no se trata de un problema de desabasto de medicinas o falta de instalaciones, pues la secretaría cuenta con más de veinte presentaciones de medicamentos que circulan en el mercado, tratamientos que llegan a costar hasta 20 mil pesos mensuales por persona. “Somos de los estados que no tiene problema con el abasto de los medicamentos, tenemos lugares en el estado que son específicos para atención a pacientes, y que esos también se dedican a ver la prevención y promoción del VIH. Entonces, estamos en un buen lugar comparado con el año pasado, tenemos insumos suficientes para la detección, lo que necesitamos es que la gente se acerque más”, insiste. Mortalidad en control Actualmente en Baja California mueren alrededor de 200 personas a causa del sida, números que colocan a la entidad en el octavo lugar a nivel nacional, según la coordinadora del programa de prevención y tratamiento del VIH/Sida. “Anteriormente teníamos los primeros lugares en cuanto a mortalidad y peleábamos el primer lugar con estados como Veracruz y el Estado de México, que tienen mucha población y que también el problema es muy serio de sida, pero actualmente ya estamos ocupando el siete o el ocho. O sea, ha disminuido la mortalidad, aunque estamos en los primeros diez lugares, no precisamente en los primeros”, dice Meneses Imay, para concluir: “Eso lleva un buen tiempo, porque el sida no es algo que se controle de un año a otro, tiene que entrar a tratamientos, que los pacientes tengan mayor apego, que un mayor porcentaje de personas ingresen a tratamiento. Estamos hablando de alrededor de ocho años para acá, que se ha visto una disminución, pero sobre todo, en los últimos tres años”. Los números del VIH/Sida Casos de sida en México, en los que se conocen las formas de transmisión (1983-2013)   Sexual Sanguínea   *UDI Perinatal Total 110 mil 148 casos 2 mil 869 casos Mil 571 casos 2 mil 418 casos 117 mil 006 casos   Casos de VIH en México, en los que se conocen las formas de transmisión (1983-2013)   Sexual Sanguínea   *UDI Perinatal Total 47 mil 728 casos 21 casos 497 casos 844 casos 46 mil 090 casos *UDI: Uso de Drogas Inyectables Fuente: Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida

Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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