El Golfo de California o Mar de Cortés, es considerado el acuario del mundo por su vasta biodiversidad; 244 islas son patrimonio mundial de la humanidad, decretadas en 2005 por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés). Sin embargo, este paraíso está en riesgo por la sobreexplotación de recursos pesqueros. La intromisión de embarcaciones mayores a las zonas protegidas, ha ocasionado que cerca de 70 especies comerciales estén desapareciendo. En su mayoría, la sobredemanda es la principal causa, pero hoy en día, flotas pesqueras no autorizadas siguen traspasando los límites. “Se han presentado en fechas recientes algunas denuncias de embarcaciones mayores que penetran a la zona donde no está permitida la pesca, esas denuncias han sido atendidas. El año pasado tuvimos cuatro denuncias, en lo que va del año hemos tenido en el orden de seis denuncias, todas ellas turnadas a la PROFEPA y CONAPESCA”, declaró Benito Bermúdez Almada, director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales (CONANP). La sobrepesca de algunas especies como el tiburón y la mantarraya, es otro de los problemas del Mar de Cortés, ya que la sobreexplotación de estas especies ha llevado a su declive. Hace algunos años la pesca de tiburón llegó a las 80 mil toneladas, hoy con esfuerzo, se logran menos de 10 mil. Otras especies como la vaquita marina se encuentran en riesgo crítico de extinción, solo quedan alrededor de 500 ejemplares, algo similar ocurre con las tortugas marinas. Aun con la depredación de especies, flotas pesqueras luchan por entrar a la zona a realizar esta actividad. “Hay que respetar el decretado, el programa de manejo, y se ha seguido insistiendo por parte de flotas pesqueras extranjeras, en que se les pueda otorgar cuota en Revillagigedo, pero no es para todos, solamente en las áreas autorizadas que están alrededor de las islas, aproximadamente a siete, ocho o diez kilómetros de la isla, es donde se puede llevar a cabo pesca comercial o deportiva”, aclaró el funcionario. Investigadores indican que no todo está perdido, hay lugares donde las comunidades pesqueras ya empezaron a trabajar en la conservación, con la creación de refugios pesqueros. Sin embargo, el problema de las artes de pesca a la deriva sigue siendo un grave problema para las especies marinas migratorias. Recientemente, investigadores de la universidad canadiense de Dalhousie y de la Universidad de Kiel en Alemania, publicaron un estudio sobre el Mar de Cortés, en el que advierten que en un lapso de 15 años, la pesca desmedida ha reducido hasta un 80 por ciento de especies de talla grande.