Pero cuando hayan terminado de dar su testimonio, él mostró que sube del abismo, los atacará, los vencerá y los matará. Sus cadáveres quedarán tendidos en las calles de la gran ciudad donde fue crucificado su señor, la cual en lenguaje figurado se llama Sodoma y también ejito. Y por tres días y medio gente de distintos pueblos, razas, lenguas y naciones verás su cadáveres y no dejará que los entierren. Los que viven en la tierra se alegrarán de su muerte. Estarán tan contentos que se harán regalos unos a otros, porque aquellos dos profetas eran un tormento para ellos. Pero al cabo de los tres días y medio, Dios los revivió y se levantaron otra vez y todos los que los vieron se llenaron de miedo. Entonces los dos testigos oyeron una fuerte voz del cielo, que les decía: ¡Suban acá! Y subieron al cielo en una nube y sus enemigos los vieron. En aquel mismo momento hubo un gran terremoto y a causa del terremoto se derrumbó la décima parte de la ciudad y siete mil personas murieron. Los que aún quedaron con vida, llenos de miedo alabaron a Dios, que está en el cielo. Apocalipsis 11: 7-13 Se les pide de manera cordial y amable que hagan uso de su presencia las oficinas que rigen asuntos de esta dependencia para que Ustedes pongan fecha a tan importante escritura. Ustedes son los responsables, mil veces responsables de que la ciudadanía mexicana esté en manos de caníbales dirigidos por un parásito mental que finge ser Presidente de México. Armando Acosta