Un muchacho dice a su psiquiatra: — Hice lo que me dijo. Conté hasta treinta para no ver una película porno, y nada más acabar de contar, la puse. Creo que estoy obsesionado. “No ha de ser la cosa para tanto. A ver, cuente hasta treinta”.
Un muchacho dice a su psiquiatra: — Hice lo que me dijo. Conté hasta treinta para no ver una película porno, y nada más acabar de contar, la puse. Creo que estoy obsesionado. “No ha de ser la cosa para tanto. A ver, cuente hasta treinta”.