Un gallego estaba en el aeropuerto de Barajas. Iba a tomar un avión para visitar Galicia, cuando una cosa le llama la atención. Era una computadora con voz, que identificaba a los pasajeros por un nuevo reconocimiento de imagen. Cuando el gallego pasó, el sistema dijo: “Francisco García, 52 años, español, casado, bigote, pasajero del vuelo 455 de Iberia”. Impresionado, el gallego va al baño, se afeita el bigote, se cambia la camisa y camina de una manera diferente, para fregar al sistema. Cuando pasa de nuevo por la computadora, la voz le dice: “Francisco García, español, 52 años, ahora sin bigotes y con camisa nueva, pasajero del vuelo 455 de Iberia”. “Paco” no se da por vencido y se va de nuevo al baño, abre la maleta donde tenía los regalos para María, su esposa. Se maquilla, se pone una peluca rubia, tacones altos, se pinta los labios, se enfunda un vestido ajustado y piensa: “Ahora sí friego a esa máquina y le demuestro que soy más inteligente que ella”. Cuando pasa por la computadora, ésta grita: “Ahí viene de nuevo Francisco García, 52 años, español, travesti, y por maricón, ¡perdió el vuelo 455 de Iberia!”. Autor: Anónimo de Air France.