Francisco Vega de Lamadrid, dice una cosa y hace otra. Luego de quejarse al inicio de su administración de las pobres condiciones en que le dejaron la administración estatal, hizo olas para promover una austeridad que, en la realidad, ha resultado ficticia. Vaya, Kiko -como le gusta que le digan- aseguró que en la primera catorcena que tanto él como su gabinete cobraron ya en la nómina estatal, el pago les había llegado con el recorte que hizo el gobernador. De hecho presumió que en su caso, ganaba 17 por ciento menos de lo que mensualmente cobró el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán. Presumió cómo había bajado los sueldos de todos sus colaboradores, y hasta el tercer nivel de jefes, directores y subsecretarios, de todo aquel que devengara hasta 50 mil pesos. Obvia decir que la medida puso contentos a unos, y tristes a otros. Los primeros fueron los bajacalifornianos que mantienen no solo a la burocracia sindical, sino también a la burocracia partidista. Los segundos fueron aquellos que vieron recortado su de por sí jugoso ingreso. Pero el alarde de la disminución del salario para ahorrar dineros y sanear al gobierno, duró poco. Hace unos días, con el apoyo de los diputados del Partido Acción Nacional, sus aliados y el de Movimiento Ciudadano, a Vega en el Congreso del Estado le aprobaron no sólo el endeudamiento del Estado, sino el presupuesto de egresos, donde ¿qué cree? se incrementan los dineros para funcionarios. De acuerdo a un análisis del presupuesto de egresos de Vega, realizado en el Congreso del Estado, así se modificaron tales conceptos: * “Servicios Personales, que comprende sueldos, remuneraciones, bonos, seguros, prestaciones y estímulos, incrementó el 5.49 por ciento, lo que significa 682 millones 456 mil 441 pesos con 39 centavos adicionales a lo presupuestado en 2013”. * “En Servicios Personales, el Gobierno del Estado pretende pasar de 12 mil 431 millones 452 mil 968 pesos con 56 centavos, a 13 mil 113 millones 909 mil 409 pesos con 95 centavos”. * “El Gobernador del Estado pretende que durante 2014, 33.09% del Presupuesto del Estado, la tercera parte, sea para el pago de Servicios Personales”. Aparte, para 2014, Kiko Vega planteó “incrementos en sueldos tabulares de confianza por 10 millones 735 mil 540 pesos, 3.95 % de incremento, al pasar de 272 millones 207 mil 237 pesos, a 282 millones 960 mil 960 pesos. Adicionalmente en el rubro de Honorarios Asimilables a Salarios, pasan de 18 millones 432 mil 945 pesos, a 61 millones 966 mil 332 pesos, un incremento de 43 millones y medio de pesos, 236% más que el 2013”. Hay más: las compensaciones para el personal de confianza, las estimaron en 463 millones 119 mil 656 pesos, y se inventaron una nueva partida, llamada “Otras Prestaciones del Personal de Confianza”, donde presupuestaron gastar 2.5 millones de pesos; 13 millones y medio de pesos más para “Reserva para Incremento en Percepciones del Personal de Confianza”, y 20 millones 839 mil pesos a “Estímulos por Productividad del Personal de Confianza”. O sea, en lo público, el discurso de Vega es de austeridad, reducción y dejar de sangrar al erario con lujosos sueldazos para los suyos, pero en la realidad y en el presupuesto aprobado, el discurso es de excesos, privilegios y muchos millones para disfrute de funcionarios, gabinete y personal de confianza. Al tiempo que le aprobaron la deuda y los egresos, los diputados del PAN también le concedieron sensibles disminuciones de recursos en áreas tan delicadas como seguridad, y ampliaron en frivolidades como la oficina del Secretario de Finanzas, quien por cierto, fue el de la ideota de endeudar al Estado con más de 2 mil 800 millones de pesos, pero no para hacer obra o mejorar los servicios, sino para “sanear” las finanzas estatales. O dicho de otra manera, para que quienes en el gobierno están, puedan seguir viviendo mejor y laborando con el dinero de los bajacalifornianos. La austeridad de Kiko Vega ya está sonando muy falsa en su evidente doble discurso.