En las colonias y fraccionamientos de Tijuana, nos organizamos, agrupamos y nombramos quién nos represente como vecinos, pero es triste que aunque se hacen los esfuerzos, unos vándalos destruyen lo logrado y lo peor: son hijos de los mismos vecinos. En mi fraccionamiento el encargado es una persona muy activa que incluso mejora el aspecto del lugar con su propio dinero. Puedo decir que hace poco tiempo, compró dispensadores de agua para que el parque tenga ese sistema y se conserve bien, eran como unos 25 ó 30, fue y los conectó al día siguiente, me tocó verlos. Llevó a otros vecinos para mostrarles cómo habían quedado, ya todos estaban quebrados, absolutamente todos. Los juegos infantiles los han ido destruyendo por el solo placer de la ociosidad, ignorancia, y los malos hábitos que traen de su casa. Las bancas son de concreto y aun así, las golpean tanto que dejan las varillas a la vista; los botes de basura son de concreto, aun así los tiran y sólo porque no tienen nada que hacer o sus padres no los ocupan en algo útil. Algunos señalan que son de la colonia de enfrente, pero no es excusa, se sabe y los han visto que son jóvenes de ahí mismo que ya en la noche salen a realizar sus fechorías, pero eso sí, cuando han existido problemas porque el guardia les llama la atención, entonces salen los papás a pegar de gritos y a querer defender lo indefendible. Hago un llamado a los padres de familia, ellos son los responsables de sus hijos y nadie más: no deben dejar que otras personas sufran las consecuencias de su mala educación o mala formación que han hecho. Los primeros responsables son los padres y deben estar al tanto de las acciones de sus hijos, de saber dónde andan o con quién se juntan; ser papás es un trabajo de 24 horas, y como dicen por ahí “No te preguntes qué mundo le vas a dejar a tus hijos, pregúntate qué hijos le vas a dejar al mundo”. Atentamente: Rita Cedeño Pérez Correo: ritacedeno2001@yahoo.com.mx