Dos días antes que Jorge Astiazarán Orcí tomara posesión como alcalde de la ciudad, pero ya habiendo nombrado funcionarios, Xavier Peniche, a quien confió la Secretaría de Desarrollo Económico, se apersonó, acompañado de César González Rojo, secretario de Jorge Hank Rhon, a las instalaciones del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana en la Zona del Río. Exigieron a su recién electo presidente, Arturo Gutiérrez, y al director del organismo, Alan Bautista, la renuncia inmediata de trece trabajadores de COTUCO. Los de Turismo les explicaron que no era posible, al tratarse de personas que estaban haciendo su labor, pero Peniche y González se ostentaron como emisarios y representantes de Astiazarán, por lo tanto, le exigieron las renuncias y las trece plazas para incluir ahí a personas que no alcanzaron lugar en la nómina del Ayuntamiento de Tijuana. Lo que siguió fueron amenazas. Ante la negativa a correr a los empleados de COTUCO, Peniche amenazó: quitarían a Arturo Gutiérrez de la presidencia del organismo, dado que, sentenció, se trata de una paramunicipal. Un cercano a los hechos refirió cómo después que Peniche y González abandonaron el edificio sin sus trece plazas, Gutiérrez se comunicó al Consejo Coordinador Empresarial que dirige Juan Manuel Hernández Niebla, organismo cúpula al que pertenece el Comité de Turismo y Convenciones. Le explicó la petición de los funcionarios municipales y su negativa a ceder. Pidió apoyo, y en la lógica y solidaridad de los organismo empresariales, Hernández se lo concedió. Cuentan de una comunicación telefónica entre el dirigente del CCE y el secretario de Desarrollo Económico de Tijuana, donde el segundo detalla -una vez más- su encomienda. Que se trata de una paramunicipal y necesitan las plazas para acomodar gente. No hay un arreglo, dado que el funcionario municipal insiste en la renuncias, y al día siguiente, acuden una vez más Peniche y González Rojo a COTUCO. Se llevan a Alan Bautista fuera de las oficinas, específicamente a una casa en el fraccionamiento Chapultepec, donde una vez más le piden que desista, que solicite las renuncias de los trece y entregue las posiciones al Ayuntamiento. Cuando Arturo Gutiérrez se entera de la encerrona privada en la que metieron a su director, una vez más solicita la ayuda del CCE. Ahora sí, desde la cúpula empresarial le dijeron directo a Peniche: si persistía en desestabilizar el equipo de Gutiérrez en COTUCO para favorecer a políticos, todos los organismos y cámaras afiliadas al Consejo Coordinador Empresarial protestarían, pues se trata de uno de ellos. Peniche dio marcha atrás -por el momento- a su petición de correr a trece. Dos días después tomaría posesión del cargo y el asunto no volvió a tocarse. El problema ahora, es que en COTUCO creen que el Ayuntamiento de Tijuana, al no ceder las trece plazas, le negará los recursos que año con año otorga al Comité, que completa su presupuesto con dineros del Estado y privados. Por lo pronto, a Xavier Peniche, ex empresario hotelero, ex candidato a diputado por el PAN y hoy secretario de un gobierno priista, ya le dicen “El Acaparador”, porque no creen, al menos en el CCE, que la orden haya salido de la oficina de Astiazarán, pues el de Desarrollo Económico se hizo acompañar, y a su mismo nivel, del hankista César González Rojo.