Lo mismo se debe aplicar en la empresa que rige los capitales y destinos de toda la nación mexicana; si la empresa no produce lo suficiente para cubrir el sueldo de los trabajadores, debe reducir el número de funcionarios electos y de nómina, o reducir el sueldo de quienes tienen ingresos que son gravosos para dicha empresa: deben entender que solo son administradores de los bienes del pueblo y que no pueden ganar más de lo que esta empresa produce. El descuido y falta de atención a la franja fronteriza, causó la separación de Texas; fue rescatada por las armas, pero nuestros vecinos iniciaron y patrocinaron las revoluciones de México, para desangrar a todo el país a grado de que ya no pudo defenderse y por debilidad perdió dos millones de kilómetros cuadrados: para los trabajadores mexicanos solo fue un acercamiento de la línea divisoria para cruzarla e ir a trabajar en ese vasto y fértil terreno que ha dado frutos económicos, sociales y políticos. Ahora lo habitan 30 millones de mexicanos. En tres mil kilómetros de frontera con los Estados Unidos, las cámaras de comercio de ambos lados solo pueden observar el flujo económico pero no lo controlan, ni las autoridades pueden detenerlo. Estados Unidos sabe que el comercio cercano a la línea, lo sostienen las personas que aguantan tres horas o más haciendo fila para cruzar y comprar lo que en México no pueden comprar porque aquí les cuesta tres veces más caro. De este lado de la línea sucede lo mismo que con nuestros vecinos, las ciudades cercanas al cruce fronterizo; la economía es favorecida por el ingreso de tantas personas emigradas que trabajan allende las fronteras pero viven en México, y pueden traer parte de su despensa de allá para ahorrar tiempo; esas personas madrugan mucho diario pero viven felices a pesar de lo que les cuesta el tiempo de cruce. Las personas que trabajan aquí, con lo que ganan ya no podrán comer las tres veces al día, ni comer fuera de vez en cuando; ahora sus hijos ya no podrán asistir a la escuela, no podrán comprar uniforme. Con lo caro que cuesta el transporte, quien gana el mínimo y paga cuatro camiones al día, casi le cuesta lo que gana. Este aumento de impuestos es un acortamiento de vida, cada día hay más problemas para los más pobres, mientras los funcionarios derrochan eso que le quitan a su pueblo. Vicente Martínez Tijuana, B.C.