Una de las peores versiones de la selección mexicana terminó por golear a un conjunto en peores condiciones. Nueva Zelanda puso resistencia durante más de media hora de juego y terminó por quebrarse, México aprovechó para golear y llevarse una ventaja cómoda al partido de vuelta. Parecía que México iba a sufrir más de la cuenta pese a un planteamiento poco ofensivo por parte del cuadro neozelandés. Los de casa solo tuvieron problemas en su puerta en tres ocasiones durante el primer tiempo, y constantemente recuperaban el balón con la línea defensiva íntegra alrededor del círculo central sin resistencia. El guardameta Glen Moss hizo todo lo posible por mantener el cero, hasta sacó un remate en la raya y desvió un potente disparo de Francisco “Maza” Rodríguez al travesaño. Finalmente, lo traicionó su defensa y un choque permitió el primer gol mexicano. Malas marcaciones y bajo rendimiento, probablemente producto de la altura, abrieron las puertas a una goleada tricolor. Las siguientes dianas llegaron gracias a la insistencia sobre el marco neozelandés, era inevitable con el transcurso del tiempo para un equipo mermado con una línea defensiva de tres elementos. Cuando un equipo no es capaz de contener a Miguel Layún, es señal de una oncena no muy buena. Oribe Peralta marcó doblete con una jugada creada fuera del área para solo llegar a empujar y con un cabezazo imparable para cualquier portero. El hecho de que Rafael Márquez se uniera a la feria de goles, su segundo tanto en dos partidos con el “Tri”, también dice mucho de la defensa rival. Cierto, es merecido el triunfo, Miguel Herrera no mandó a sus jugadores a especular y se fueron directo al ataque, en ocasiones accidentado por pases largos o tiros desesperados, pero suficiente para dar el triunfo a los mejores en la cancha sin peligro y sin dudas. Ni siquiera pesa la desafortunada acción de Juan Carlos Valenzuela para acomodar el gol de los derrotados por un rebote en la espalda. Al igual que la repetición de Márquez como anotador, el “Topo” igualó su desempeño del amistoso contra Finlandia, cuando le costó un gol en contra a México. Antes de creer en el “Tri” como una fuerza dominante a la altura de cualquier potencia mundial por el simple hecho de haber goleado en casa a un equipo de medio pelo, hay que tomar en cuenta cómo llegó Nueva Zelanda a su encuentro contra México. Los oceánicos se quejaron de la hora del partido, la prensa, la contaminación, la altura, el estadio y, a la hora del juego, del arbitraje. Por si fuera poco, los “All Whites” arribaron con la idea de querer sacar un resultado “milagroso” en el Estadio Azteca. Necesitan un milagro para revertir una desventaja tan amplia. La segunda mitad Así como los mexicanos aprovecharon la altura, la hora y hasta el color del uniforme a su favor para el partido de ida, los “Kiwis” tendrán condiciones favorables para ellos en el estadio Westpac de la capital neozelandesa de Wellington. Lluvias aisladas, clima fresco y un alto índice de humedad nocturna en el inmueble situado casi a la orilla del mar. Una marejada de aficionados vestidos de blanco decorará la tribuna. Solo un detalle: fue el mismo tipo de clima en el partido de ida, salvo la humedad marina. 
El estadio más grande de Nueva Zelanda tiene capacidad aproximada para 36 mil aficionados. Es una facilidad multiusos, habitualmente se utiliza para Rugby, Cricket y Futbol. Será apenas el segundo partido para la selección neozelandesa en esa plaza. Ocho partidos del Mundial Femenil sub-17 de 2008 se jugaron en Wellington, también será una de las siete sedes del Mundial Sub-20 de 2015. En ese estadio, Nueva Zelanda venció a Bahréin con gol de Rory Fallon para calificar al Mundial de 2010. Nueva Zelanda no contará con el delantero Chris Wood, el mediocampista Lou Bertos ni el defensa Ivan Vicelich por acumulación de tarjetas. Los de Oceanía llegaron con siete titulares y tres elementos de la banca arrastrando problemas de cartones amarillos. El resultado puede costarle el trabajo al director técnico Ricki Herbert, señalado en su país por no dar oportunidad a los jóvenes seleccionados y aferrarse al once titular de la eliminatoria 2009 y el Mundial 2010. Fue tanta la insistencia de jugar con el cuadro de antaño, que llevó a un par de jugadores sin club. Los noventa minutos restantes del repechaje intercontinental se jugarán el 19 de noviembre a las 10:00 pm, hora de Baja California. México puede darse el lujo de empatar o hasta perder, mientras no sea 4-0 o por diferencia de cinco goles. Uruguay con comodidad Cinco goles de visitante y un paseo por Jordania para la selección uruguaya en su camino al Mundial de 2014. Maximiliano Pereira, Cristian Stuani, Nicolás Lodeiro, Cristian Rodríguez y Edinson Cavani, marcaron para la causa de la “garra charrúa”. Uruguay se perfila a calificar utilizando la vía del repechaje intercontinental por tercera ocasión, tal como lo hizo en 2010, en ruta a un cuarto lugar mundial. Jordania necesita una remontada histórica: seis goles, no permitir más de uno y en calidad de visitante. El 20 de noviembre se disputa la vuelta en Montevideo, donde la “celeste” se fue invicta en ocho partidos de la eliminatoria. Liguilla aplazada Como los directivos de la Liga MX no se esperaban la necesidad del repechaje para buscar un boleto al Mundial, las fechas para los cuartos de final traslapaban con las de la repesca. Originalmente, el torneo concluiría el 8 o 9 de diciembre, con el retraso, el Futbol mexicano tendrá campeón hasta mitad de mes. Los dos partidos de cuartos de final no se jugarán en la misma semana, como es costumbre. Habrá que esperar otro fin de semana para ver los encuentros de vuelta. Los duelos para Liguilla son los siguientes: América-Tigres. Desde el nombramiento del “Piojo” a la selección, las Águilas no han carburado y se alejaron de su costumbre ganadora de las primeras dos partes del torneo. Los azulcremas terminaron en la primera posición, pero se ven muy distintos a los campeones del torneo pasado. Tigres tuvo un torneo entre mediocre y malo, pero ya le ganó al América en este torneo y espera repetirle la dosis. Santos-Querétaro. Los laguneros han podido sobrevivir sin Oribe Peralta y ya contarían con su goleador para al menos el partido de vuelta. Querétaro no debería ser un rival complicado. León-Morelia. Morelia ganó la Copa MX. En tres torneos, el ganador de la Copa no ha podido coronarse, mal indicio para los michoacanos. Cruz Azul-Toluca. Enfrentamientos pasados han hecho de los cementeros clientes frecuentes para los Diablos Rojos en liguillas, sin embargo, le tienen tomada la medida al conjunto choricero en el Nemesio Diez, y cierran en el Azul. Imperdonable que no avance la “Máquina”. “Xolos” y Almirón fuera Por segundo torneo consecutivo, los Xoloitzcuintles quedaron fuera de la Liguilla del Futbol mexicano. Sin poder ganar en gira, finalizaron en décimo lugar con 21 unidades, diferencia de goles de -3 y solo cinco victorias en 17 partidos. Solo anotaron cinco goles en sus últimos siete partidos, cuatro de ellos en la goleada sobre Atlante. El ahora ex director técnico Jorge Almirón dio mala primera impresión a pesar del tan sonado e insignificante triunfo de pretemporada sobre América en San Diego. Empatar con Atlas en casa a pesar de tres goles a favor, fue el indicio de una campaña difícil de asimilar. El “Negro” fue despedido después de la goleada de 5-0 en León, cuando aún había esperanza por calificar en la última jornada, aunque el triunfo de Querétaro eliminó matemáticamente al Club Tijuana. Los “perros calientes” ahora necesitan alguien que saque el máximo provecho a sus jugadores. El más sonado es Daniel Guzmán, y junto con él, la adquisición del delantero chivista Marco Fabián. Están perdidos si siguen ese camino. Otros hombres capaces disponibles, son Tomás Boy y Víctor Manuel Vucetich. (ZETA/Carlos Aguirre Barajas)
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