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sábado, diciembre 28, 2024
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“Que Bustamante nos dé la cara”, gritaron los burócratas

Sin liquidez para cumplir con el pago retroactivo del incremento salarial convenido con el Sindicato de Burócratas, ni para pagar la prima vacacional a empleados de confianza, la administración de Carlos Bustamante solicitará al Gobierno del Estado la transferencia de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT). El planteamiento fue aprobado en una accidentada sesión de Cabildo, ambientada por los gritos de protesta de los sindicalizados que lidera Martín Plascencia Ávila, quienes exigían el pago de 30 millones de pesos adeudados por el municipio. Con todo y sus números rojos, su abultada nómina y de que el municipio carece de una partida presupuestal para su sostenimiento, la CESPT será requerida  formalmente por el XX Ayuntamiento, con el argumento de que su obsoleta infraestructura obstaculiza el desarrollo urbano en la ciudad. Fue este punto el de mayor discusión en entre los ediles tijuanenses, particularmente del PRI y del PAN. Los primeros destacaban las deficiencias en el manejo de la CESPT, y los segundos, los yerros del gobierno bustamantista. El gobierno local basa el argumento legal para demandar el manejo de los servicios públicos de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales, en el Artículo 115 Constitucional, que establece que “los municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos”. Aprobado el decreto por mayoría, las reformas para la solicitud de transferencia de la CESPT deberán iniciar en 90 días, contados a partir de la fecha en que se recibe la solicitud, para iniciar la transferencia del organismo. En caso de que el traspaso de estado a municipio afecte- en perjuicio de la población- su prestación, “la Legislatura estatal resolverá lo conducente”, se considera en uno de los puntos transitorios. Lo que desconoce o no quiere entender Bustamante, es que la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana abastece también al municipio de Playas de Rosarito, por lo que la desincorporación debería ser para los dos ayuntamientos y no para uno. En días pasados, el entonces director de CESPT dijo a ZETA que ese sería el paso  más difícil, dado que no solo las redes que abastecen de agua a Rosarito cruzan la ciudad de Tijuana, sino que la infraestructura que de manera integral abastece a los dos municipios, está divida entre ambos territorios. Sin embargo, el gobierno municipal insiste que cumplidos los requisitos y hecha su publicación oficial en el Periódico Oficial del Estado de Baja California y/o en la Gaceta Municipal, el acuerdo entrará en vigencia. Por su parte, el Gobierno del Estado deberá realizar las acciones necesarias a efecto de “…transferir en ejercicio de plenitud (sic) la prestación de los servicios y funciones de naturaleza municipal que esta Constitución atribuye a los ayuntamientos, dentro del término de un año, contando a partir de la entrada en vigor de las presentes reformas”, se añade. Avalada la solicitud de transferencia, también se aprobó el cambio de denominación de la aún dependencia estatal, que al pasar a la administración del Ayuntamiento, se denominará Comisión Municipal de Agua de Tijuana, B.C. -COMATI-, así como el que será su nuevo reglamento interno. En riesgo abasto de agua La deuda pública del municipio de Tijuana asciende a 2 mil 500 millones de pesos, a los que, con el paso de la CESPT al municipio, se incrementará en 1.8 millones más, sin que el gobierno de Bustamante presente un sustento técnico y financiero que haga factible la transferencia. “Ésta es una administración deficiente, que no ha podido pagar a sus empleados, con un pésimo servicio de alumbrado público que mantiene a oscuras la ciudad”, recordó EL regidor Erwin Aréizaga al alcalde. “Al no tener capacidad para atender una dependencia como la CESPT, se corre el riesgo de que los ciudadanos volvamos a los tiempos de desabasto de agua potable, cuando la mayoría de las colonias carecían del servicio de drenaje”, subrayó, además de cuestionar a Bustamante: “¿Por qué primero pone orden a las finanzas y atiende los servicios públicos como la basura, la Avenida Internacional que aún no funciona, y otros más de pésima calidad, antes de pedir el manejo de la CESPT?”. Enrique Parra, regidor priista, entró al quite ante la arenga de Aréizaga, para señalar: “Perder la CESPT le duele a Acción Nacional, ¡claro que le duele!”. Nuevo crédito Cumplido el último pago de un empréstito de 200 millones de pesos adquirido por el gobierno de Tijuana hace dos meses, nuevamente el Cabildo aprobó la apertura de un nuevo financiamiento por la misma cantidad, pero ahora a plazo de un año. A decir del alcalde Carlos Bustamante, su administración echará mano del recurso si las partidas federales continúan demorándose. Respecto a la demora en el pago de la prima vacacional a trabajadores de confianza y el retroactivo a 3 mil 700 sindicalizados, no dio fecha para su pago pues “se está a la espera de que lleguen las participaciones federales”, anotó, cuando el pago de sueldos y prestaciones, se encuentra contemplado en el Presupuesto de Egresos. Al Sindicato de Burócratas de Tijuana se le adeudan 30 millones de pesos por concepto del pago retroactivo acordado en el convenio celebrado en mayo pasado, precisó Martín Plascencia al momento de llegar a irrumpir la Sesión de Cabildo que se celebraba en la sala de la asamblea edilicia, la cual se tuvo que mover a la sala de juntas de presidencia, a donde los trabajadores llegaron. A empellones exigían “que Bustamante nos dé la cara”, lo que propició que uno de los vidrios de la recepción de presidencia cediera, acción que molestó al alcalde, quien advirtió, promoverá una demanda en contra del líder sindical “y los que resulten responsables”.

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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