Panistas activos de Baja California, los Morales siguen viviendo de la ubre gubernamental. Mientras Salvador Morales Riubí, intenta hacer de la Secretaría Particular del gobernador una súper secretaría, “acordando” igual con el Órgano Fiscal Superior que con el gabinete, su padre, Salvador Morales Muñoz, cobra 50 mil pesos en calidad -otra vez- de asesor del Ejecutivo. Con más bríos y ya recuperado de su enfermedad, el veterano llega todos los días al segundo piso del Centro de Gobierno, donde antes exigió remodelación de oficinas y que retiraran personal de las instalaciones. Esas son influencias azules.