En la discusión en el pleno del senado que concluyó en la madrugada del miércoles 30 de octubre con la aprobación de una reforma fiscal que asesta un golpazo a la economía fronteriza por el aumento al IVA, los legisladores del Partido Acción Nacional se mostraron unidos en contra de la medida que afecta al norte de México donde el blanquiazul aún gobierna. Desde entonces, la izquierda, y particularmente el PRD no ha dejado de mostrar su corta mirada celebrando una homologación y un incremento de impuestos que, en boca de Jesús Zambrano, acabará con la evasión de la Iniciativa Privada. De entrada el PRD y sus aliados fijaron una postura a favor de la Reforma porque, según ellos, castiga a los empresarios, sin medir lo lógico que resultará para las IP reajustar sus gastos de tal manera que la diferencia de impuestos que ahora están obligados a pagar se reparta entre el aumento de precios a sus productos y servicios y la reducción de sus nóminas. Sin embargo, lo que menos ha admitido la izquierda es que tras el rotundo desacuerdo del PAN ante la nueva miscelánea fiscal se abre una puerta para la reforma energética cuya discusión aún está pendiente en el Congreso. Ahora no se sabe a quién castigará Acción Nacional. Por un lado puede votar en contra de la reforma energética para impedir que el PRI desde Los Pinos se salga con la suya tanto en materia fiscal como en el destino del petróleo y demás recursos. Sin el voto favorable de los legisladores panistas ni de los perredistas –que desde un principio se pronunciaron en contra de la propuesta del Ejecutivo– esta iniciativa de Enrique Peña Nieto estaría destinada al fracaso. Sin embargo, en el seno del PAN la posibilidad de abrir el sector energético a la inversión privada y extranjero es vista, en general, con buenos ojos, por lo que podría terminar emitiendo una posición a favor castigando al PRD por haberse sumado al tricolor en el tema de la homologación al IVA en la frontera y demás gravámenes que ponen en riesgo al sector maquilador de México que, en buena parte, es el sustento de la economía norteña. El jueves 31 de octubre, en medio de esta encrucijada en donde, se dice que al menos 18 senadores panistas ya analizan la posibilidad de votar en contra de la reforma energética, Gustavo Madero defendió la participación del blanquiazul en el Pacto por México, por lo que pese a la molestia expresada por esta bancada, no se ha perdido la capacidad de negociación con el PRI respecto a otra reforma toral que aún está pendientes para 2013. Por lo pronto, en la recta final para la aprobación a la Ley de Ingresos, el senado aprobó el documento en lo general con 71 votos a favor, 45 en contra y 2 abstenciones. Aquí de nuevo se vio el acuerdo del PRI, el Verde Ecologista, Nueva Alianza y parte del PRD. Sin embargo, Acción Nacional no solo se manifestó en contra, también hizo resonar su voz cuando Ernesto Cordero, ex secretario de Hacienda, subió a la tribuna y dijo: “Un voto a favor de esta Ley de Ingresos significa sacrificar el crecimiento económico de México para satisfacer el apetito recaudatorio de un gobierno insaciable, que busca un mayor gasto a costa de las familias y del sector productivo nacional”. Y hasta ahí nos quedamos en el entramado financiero que habrá de regir el destino de México de 2014 en adelante. Ya se verá pronto si la oposición del PRD al PAN en cuanto a la reforma fiscal priista no fue más que un grave error cuyas consecuencias las pagará no solo la izquierda sino el país de norte a sur.
El turno del PAN en la reforma energética

Autor(a)
- Publicidad -