Las condiciones desfavorables del suelo y la mala aplicación de la ingeniería en los rellenos, en el fraccionamiento Terrazas de La Presa, provocaron el deslizamiento que causó la destrucción de tres casas y daños en nueve más, consideró el ingeniero Francisco Javier Franco. Ahora los pronósticos de lluvia para los próximos días, ponen en riesgo los trabajos que la empresa Frasa –del grupo Arnaiz– realiza para retirar la tierra deslavada y estabilizar la zona. La noche del 13 de noviembre, un fuerte crujido despertó a los vecinos de la calle Terrazas. Un movimiento de tierra provocó el colapso del talud y la fractura de las tres viviendas ahí fincadas. El cúmulo de tierras y escombros cayó desde el cerro, hasta estrellarse con una hilera de viviendas, con daños graves en sus bardas, patios traseros y columnas. “Fue el manejo inadecuado de la ingeniería, no se hicieron los estudios del talud para garantizar que fuera estable con esos rellenos, y esos rellenos se ve que tampoco fueron controlado ni bien compactados”, comentó el representante de la Sociedad de Ingeniería Geotécnica de la zona norte de México. Explicó que la estratigrafía del suelo –los estratos de suelo que se han generado en la ladera– es desfavorable, y que la propia inestabilidad natural de la zona se vuelve más peligrosa al ser modificada, “y solo falta que se rompa el equilibrio y falle, que es lo que pasó aquí”. Tras un recorrido por la zona, el ingeniero indicó que se puede observar que los movimientos de tierra en el talud no fueron controlados ni basados en estudios de estabilidad. “Lo que estoy viendo son movimientos de tierra que se hicieron no controlados y con falta de estudios profesionales para la estabilidad y el diseño de estos rellenos ante las laderas de esta zona”, relató. Además, Franco precisó que es necesario realizar análisis de ingeniería más profundos para determinar si viviendas aledañas que sufrieron algunos daños corren riesgo de derrumbarse. “Si llueve en estos días, esa ladera se va a seguir deslizando, entonces va a provocar más empuje, puede empujar más las casas, pero si el plano está por arriba de las casas entonces nada más habría que quitar la tierra para que no vaya a empujarlas por encima”. Finalmente, el especialista en geotecnia, concluyó: “Es una combinación de factores tanto naturales como hechos por el hombre. Naturales: el suelo es desfavorable para trabajarlo, pero en lo que intervino el hombre, pues no hizo los trabajos adecuados para tomarse en cuenta, que eso se puede evitar haciendo una ingeniería especializada en el área”. El 20 de noviembre, los últimas dos casas aún habitadas fueron desalojadas. Tras peticiones de vivienda a la constructora Frasa, la cual vendió los terrenos donde después se construyeron las viviendas, la compañía les ofreció a quienes así lo solicitaron, estancia temporal en una de las viviendas en venta, dentro del fraccionamiento. La empresa envió un comunicado de prensa para informar sobre los trabajos de movimiento de tierra, realizados desde el 19 de noviembre, “resultado de las recomendaciones realizadas para la rectificación del talud por parte de expertos en Geotecnia”. De acuerdo a Frasa, los trabajos concluirán en dos semanas, mismo tiempo en que se desarrollarán los estudios geotécnicos para asegurar la reparación total de la zona. La empresa informó que “estudios preliminares indican que la causa del deslizamiento fue la acumulación por años de la humedad, lo cual afectó un estrato inferior arcilloso, el cual está identificado y delimitado”. Sin embargo, la empresa no emitió información sobre la indemnización de las tres familias que perdieron su vivienda y las demás con daños. Referente a los trabajos de rehabilitación de la zona, Frase informó la futura construcción de “espacios forestados, andadores, juegos infantiles, mesas, bancas, asadores, entre otras amenidades”.