El otro día, un loco del manicomio se estaba ahogando en un río que se encontraba dentro del recinto. Otro loco lo salvó y lo sacó del río. Al siguiente día, se presentan los directores del manicomio y le dicen: “Bien, tenemos dos noticias para darte. Una buena y una mala. La buena es que como salvaste a ese hombre, hemos visto que usted no está loco y se podrá ir mañana de aquí. La mala, es que dos horas después de haberlo salvado, el hombre se ahorcó”. Entonces el loco interviene: “No se ahorcó, ¡yo lo colgué para que se secara!”.