Cuando el diputado Cuauhtémoc Cardona Benavides tuvo la idea -no original, por cierto- de donar parte de su sueldo cada mes a una Organización No Gubernamental, pensó que estaba haciendo, más que bien, un servicio a la comunidad; además, seguro anticipó, se convertiría en un ejemplo a seguir en la Cámara bajacaliforniana. Pero no. Legisladores de todos los partidos… ¡le hicieron bullying! Luego que promocionó con todo y foto su donación, cuando llegó al Congreso, los otros diputados le empezaron a dar nombres de personas y organizaciones para sus futuras donaciones. Le gritaron de todo.