A lo largo de 34 años, el paseo ciclista Rosarito-Ensenada ha vivido varias etapas. Desde el apogeo con 16 mil participantes en los años ochenta a la necesidad de realizar dos paseos por año, a un baja de participantes y la especulación de cancelación. Por lo vivido el 28 de septiembre, el paseo está sano y salvo. Muchos de quienes pedalean de manera cotidiana por las calles de Tijuana, llevan consigo calcomanías, camisetas o los números que utilizaron como si fueran insignias militares, para no dejar duda a nadie de que sí asiste a los eventos grandes. La medalla también es muy valorada, pues completar el recorrido es un logro por sí mismo y la acumulación de medallas en casa o la oficina es una señal de constancia y orgullo. Es a donde los ciclistas van para ser vistos y se les abre un camino poco usual para andar en bicicleta sin peligro. “Dicho por los mismos ciclistas, lo que lo hace atractivo es la ruta, la seguridad que podemos brindar ese día y el doble de atractivo por la cantidad de gente que participa. De ahí ya vienen retos personales, porque no es una carrera. La gente se siente motivada a tomar la bicicleta y hacer ejercicio”, apuntó la Directora Operativa del paseo, Ana María Castro, “somos el paseo ciclista más grande de México, es motivo de orgullo para Baja California”, agregó. Alrededor de siete mil ciclistas se apoderaron de la carretera federal número 1 para hacer el tradicional paseo en su versión de otoño. Un accidente en la Vía Rápida retrasó la llegada de la unidad que transportaba a participantes desde Tijuana y demoró unos veinte minutos la hora de salida. Fuera de eso, el evento estuvo libre de contratiempos. Ahora el paseo ofrece chip para dar seguimiento al tiempo oficial, una salida élite, para los ciclistas más experimentados o quienes estén dispuestos a pagar un poco más para salir en la foto de salida, además del acostumbrado seguro médico, fruta y bebida. Álex, participante por tercera ocasión, solo buscaba mejorar su tiempo. “Quizá para los principiantes sea un reto solo completar la ruta. Mi reto personal era terminar en tres horas, al menos le bajé una hora a mi tiempo anterior”, comentó. También hay una tendencia a participar sin hacer el pago correspondiente para recibir beneficios como el seguro médico. A pesar de que se anuncia un punto de revisión, no hay control sobre quien entra a la carretera sin número. “Pues me voy a aventar, si me dicen que no puedo continuar, me regreso. No es que no quiera pagar, simplemente no tengo para pagarlo”, mencionó un atrevido cuyo nombre no será revelado. “La verdad ellos están poniendo el riesgo necesario porque no es un costo alto para todo lo que ofrece: seguro, medalla y servicios. Deberían reconsiderar lo que hacen, ellos se ponen en riesgo y pueden poner en riesgo a los inscritos porque se meten por otras partes y se atraviesan. Con la participación, el paseo puede seguir existiendo durante mucho tiempo y podemos mejorarlo”, apuntó Castro. Imperfección en el camino La carretera libre ha mejorado bastante a comparación de hace unos cinco años. Ya hay dos carriles por sentido a lo largo de veinte kilómetros y se encuentra en buen estado el asfalto. Sin embargo, poco antes del punto de revisión militar, una serie de obras del Gobierno del Estado dejaron en malas condiciones el camino, solo taparon los hoyos con tierra. Antes se llevó a cabo el paseo a beneficio de la Asociación Tijuana en Apoyo al Sordo (APSOR) sin mayores contratiempos. No hubo una mejora considerable para el paseo con mayor demanda, solo un relleno de chapopote que provocó molestias entre los participantes. Algunos vieron dañadas sus llantas, otros su calzado. El día soleado contribuyó al levantamiento de chapopote. Por si fuera poco, el punto de hidratación estaba situado justo antes de que terminara el tramo accidentado. “Las reparaciones se hicieron para que el paseo fuera seguro, se hizo así para que el paso de los carros no lo fuera a dañar. Sabemos que hay molestias, fue un tramo chico, personal de la Secretaría de Turismo realizó el recorrido en bicicleta”, reconoció la Directora Operativa. Ya está la invitación para el siguiente paseo primaveral, el 3 de mayo de 2014 volverá a ser una carretera ciclista. “Trataremos de sorprenderlos con algunas novedades”, finalizó Castro.