De que hay chambistas, los hay. Gilberto González Solís, pasó en cuestión de horas, de ser víctima de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, a convertirse en panista todólogo. Unos días antes de la mañana del jueves 24 de octubre, la señora presidenta del Tribunal, María Esther Rentería, pidió al Secretario de Gobierno, Francisco García Burgos, la renuncia de Gilberto González Solís como Consejero de la Judicatura. Propuesto como fue, del Gobernador del Estado, José Guadalupe Osuna Millán, debía retirarse junto con el gobierno. Además, en no pocas ocasiones, González le llevó la contra a Rentería, lo que lo convirtió al modo del Tribunal, en su enemigo. Después de un leve jaloneo político, y unas lágrimas de mujer, se le concedió a la señora Presidenta la renuncia. Así, el jueves por la mañana, Gilberto González Solís, solicitó su renuncia al Consejo de la Judicatura. Pero más tardó en hacerlo, que en recurrir a su amigo, el diputado Cuauhtémoc Cardona Benavides, para que le diera chambita en el Congreso del Estado. Y así fue. A pocas horas de renunciar al Poder Judicial, tomaba protesta en el Poder Legislativo, Gilberto González Solís, en calidad de Secretario de Servicios Parlamentarios. Lo que es no poder dejar el presupuesto.