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miércoles, octubre 2, 2024
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“No hay lugar común más grande que la realidad”: Carlos Cuarón

Tuvieron que pasar cinco años para que Carlos Cuarón enfrentara nuevamente el reto de dirigir, luego de su debut con “Rudo y Cursi” en 2008. Sin embargo, asegura que el lapso de espera no se debió al miedo por no lograr el mismo éxito en taquilla. “La energía que me impulsa no es el miedo, no sentí miedos en ningún momento. Entre ‘Rudo y Cursi’ lo que sentí fueron unas ganas enormes de hacer la siguiente película, expectativas y querer superar el reto anterior. O sea, muchas cosas positivas, pero definitivamente el miedo no me guió, o por lo menos no en esta película. A lo mejor en la que sigue, pero espero que no”, afirmó el hoy cineasta de 47 años de edad. Iniciado en el cine como guionista, lo suyo ha sido escribir historias que van del drama a la comedia ácida, sin límites ni rangos de lo políticamente correcto. En ese parámetro logró su nominación al Óscar en 2001 con “Y Tu Mamá También”, pero su transición en roles ya era algo escrito a lo que solo le faltaba fecha de inicio. Un lustro atrás comenzó ese nuevo trayecto que hoy sigue con “Besos de Azúcar”. “Mi hermano Alfonso y yo siempre quisimos hacer un remake de ‘Melody’ (1971)”, dice como primera justificación al reciente proyecto, pero no tarda en aceptar que la idea de ambos es algo que nunca van a poder lograr, porque la película de Waris Hussein, corresponde a sentimientos específicos de su época. Por ello, se quita los pretextos de encima y aclara: “Decidí mejor hacer mi propia historia con Luis (Usabiaga), en ese sentido tiene más que ver con ‘Los 400 Golpes’ (Françǫis Truffaut), por lo que le sucede al niño y el tipo de mamá y papá que tiene”. “Besos de Azúcar” es la historia de Nacho (César Kancino) y Mayra (Daniela Arce), personajes de 13 años que viven entre ellos su primer romance, pese a enfrentar las dificultades de ser el hijastro de un vendedor ambulante y la hija de la dirigente de comerciantes en la zona de Tepito, donde trascurre la trama. Sobre el reto de filmar justo en esa zona de la Ciudad de México, Cuarón expresó: “No hay lugar común más grande que la realidad, y Tepito es parte de. Sabemos que Tepito es un microcosmos del México en general y del México criminal. Cuando te metes allí empiezas a escuchar todas las historias desde la época prehispánica, y resulta que en Tepito, por no sé qué locura de los aztecas, era donde metían a los viajeros que no querían, una cosa tremenda. El chiste es que la vibra rara esa de Tepito no es algo nuevo, es algo de épocas prehispánicas que sí se siente. Me parece muy normal que se esté retratando ahorita, porque ya hay una tendencia a filmar la realidad”. Si bien ese es el contexto del filme, lo cierto es que a lo largo de su hora y media, nunca se hace mención alguna de Tepito. Son las propias locaciones las que revelan la ubicación geográfica del elenco, en el que también participan Krystian Ferrer, Enrique Arreola y Yolanda Martínez. Trabajar con niños Hasta el momento, los protagonistas de las historias de  Carlos Cuarón han destacado por ser adultos despreocupados y con conflictos internos. Pero en esta ocasión el espectador podrá conocer su forma trabajar con jóvenes actores que pulió a base de clases y ensayos: “Con los niños armamos un taller de actuación un año antes de empezar a filmar. La maestra del taller fue Paloma Arredondo, ella terminó haciendo el papel de ‘Licha’, la mamá (de Nacho). Paloma y Viridiana Olvera, directora de reparto, iban reclutando niños de barrios populares. Yo los visitaba cada mes o cada dos meses y veía los videos que me mandaba Paloma y los iba descalificado; el crecimiento es esencial en esta etapa”, explicó el cineasta. Si los postulantes sufrían cambios naturales en su cuerpo debido a la edad, dejaban de ser una opción viable para película, ya que Cuarón buscaba “dos niños que estuvieran con un pie en la infancia y el otro ya queriendo estar en la adolescencia, pero todavía niños”. De esa forma, Daniela Arce cumplió con nueve meses de clases en grupo y César Kancino con medio año, posteriormente ambos se enrolaron en trabajar once semanas de manera individual. Una vez cumplidas esas etapas, el rodaje comenzó para sumergirlos en un ambiente denso, donde son blancos fáciles de un maltrato familiar que buscan aislar con el cariño que se tienen entre ellos. “En términos simbólicos para nosotros, Nacho y Mayra, los niños, representan la inocencia y esa parte de la sociedad civil mexicana que está a expensas del otro, el lado oscuro que es de los adultos. (Los personajes de) ‘La Diabla’, ‘Joao’ y ‘La Licha’ tienen que ver con la corrupción, y la corrupción es pérdida de inocencia. En ese sentido, de lo que se trata es que este México oscuro, que por supuesto incluye a todos los políticos y por supuesto al Presidente, los narcos y criminales, empujan al abismo a la inocencia que somos los que no queremos ni matar, ni vender drogas, ni convencer al pueblo que somos los mejores”, concluyó el escritor de “El Misterio del Trinidad” y “Noche de Bodas”. Amor, inocencia y corrupción Esos tres elementos son los que predominan en “Besos de Azúcar”, filme con el que Carlos Cuarón intenta seguir aprendiendo del trabajo como director cinematográfico, sin descuidar su faceta de guionista. En este nuevo proyecto, la variante es el sentido del humor que usó, pues se aleja del simple y burdo empleado anteriormente, para entregarnos a partir del viernes 25 de octubre,  una comedia donde ese elemento aligera la pesadez de un tema social crítico. Los Cuarón, familia con talento Si de cine se trata, en las últimas semanas la atención ha sido para la familia Cuarón. Comenzando por Alfonso y su hijo Jonás, quienes concibieron juntos el guión de  “Gravity”, filme que desde su estreno en Estados Unidos, ha logrado buenas críticas, la admiración de sus colegas en Hollywood y un buen ingreso en taquilla. La misma historia se ha repetido a nivel nacional desde el 18 de octubre, cuando la cinta llegó a México. Protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney, la historia mantiene en tensión a quien la ve, debido a que su desarrollo comienza cuando ambos personajes, una doctora y el otro astronauta, quedan varados en el espacio tras un accidente que imposibilita su regreso a la Tierra. “Gravity” es la octava dirección de Alfonso Cuarón, llegando después de su igualmente exitoso filme “Children of Men”, la participación en la película conjunta “Paris, Je t´Aime” y el estar al frente de la secuela de “Harry Potter and the Prisoner of Azkaban” en 2004. Con la promoción que hace actualmente, tanto él como su hijo fueron los encargados de inaugurar el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). El marco de la edición once del evento, los reunió días posteriores con Carlos Cuarón, quien también  tuvo presencia en la ciudad para dar a conocer “Besos de Azúcar”. A su manera y estilo, dentro de las actividades,  Jonás retoma un poco de su padre y tío para encontrar su propio lugar en el cine. Pero será hasta el próximo año que se verá algo nuevo escrito y dirigido por él. Se trata de “Desierto”, un filme de acción del que ha revelado pocos detalles, pero se sabe que tendrá como protagónico a Gael García. Por lo pronto, los tres Cuarón viven un momento de éxito compartido.   

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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