Francisco Vega de Lamadrid, no trae sayos. Solo acompañado de su esposa –con quien por cierto ya divide la agenda oficial– Brenda Riacho, llegó al último informe de José Guadalupe Osuna Millán. Los integrantes de su equipo de transición, o sea los panistas de siempre como Óscar Vega, Salvador Morales, y demás, actúan en calidad de rémoras: mantienen unos dos metros de distancia del gobernador electo. No se le acercan, pero serviles ahí se dejan ver por si los llega a necesitar. Mucho tiene que ver –dicen quienes conocen a Vega– la personalidad del panista. No se compromete con ninguno, ni hace relaciones cordiales. De ahí que, efectivamente, Jorge Ramos y Jesús González, estén en la congeladora oficial del gobierno que viene.