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martes, octubre 1, 2024
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El rojito en el azul

No había mucha duda, en cuanto a que el ala hankista del PRI, no apoyó a Fernando Castro Trenti en la elección a gobernador que perdió el 7 de julio de 2013, frente a Francisco Arturo Vega de Lamadrid. En efecto, los principales testaferros políticos de Jorge Hank Rhon, se mantuvieron -en el mejor de los casos- al margen y -en el peor de los casos desde el punto de vista priista- trabajando a favor del candidato del PAN para derrotar al propio. Juanita Pérez Floriano, no es ningún secreto, es de esas hankistas aguerridas a más no poder. Lo mismo acompañaba a Carlos Barboza cuando de armar manifestaciones se trataba en junio de 2011, para pedir la liberación de Hank Rhon -cuando se le detuvo por acopio de armas y fue reo del penal de “El Hongo” durante diez días- y participaba de lleno en las actividades internas para lograr que Hank y no Castro, se quedara con la candidatura a gobernador. Cuando eso no sucedió, cuando desde la misma Presidencia de la República informaron a Hank que él no sería el candidato, Juanita y el resto de hankistas bajaron sus velas y se dedicaron a otra cosa durante la campaña proselitista, menos a trabajar en favor del candidato de su partido, el PRI. De hecho, en el momento más álgido de la campaña, cuando los señalamientos de corrupción acaparaban las notas periodísticas, acusando desde el PRI a Kiko Vega de peculado, y desde el PAN a Fernando Castro de enriquecimiento ilícito, desde la oficina del hoy Embajador de México en Argentina, buscaron a Juanita Pérez Floriano. Lo hicieron porque ella, en calidad de regidora priista durante el trienio de Francisco Vega, le sabía los modos de, digamos, pasar por encima de los reglamentos. Primero Juanita se mostró extrañada de recibir llamada de la oficina de Castro Trenti, en principio porque no era parte de ese equipo, y segundo, porque no estaba apoyando la campaña de ninguna manera. Convencida de ayudar a Castro Trenti, proveyó documentos, recuentos y relatos de lo que Francisco Vega hizo de manera alevosa en el Ayuntamiento de Tijuana que presidió. Hasta ahí, y a regañadientes, llegó la participación de Pérez a la campaña priista. Como el resto de los hankistas, dio dos pasos atrás y se sentó a esperar la derrota de Castro Trenti, a la que contribuyeron por convicción o por omisión. Por otro lado, Vega no negó una relación con Jorge Hank. Aun cuando quiso ser respetuoso, no pintó una raya definitiva entre aquel y él. Fue una presunción que los hankistas le favorecían en la campaña, y él se dejaba querer. Bien, para los priistas, la confirmación de esa traición interna se confirmó el jueves 24 de octubre, cuando el gobernador electo dio a conocer la segunda parte de su gabinete, e incluyó a Juanita Pérez Floriano como secretaria del Trabajo. Los tricolores leen ese nombramiento como el pago de la cuota a Jorge Hank Rhon, pues no ven ni relación de Pérez con Vega, ni experiencia en el área laboral, mucho menos preparación académica para el cargo. Pérez es licenciada en Administración de Empresas por el CETYS Tijuana, tiene una especialidad en Finanzas y una Maestría en Administración Pública terminada, por la Universidad Iberoamericana. Los cargos que ha ostentado han sido pocos y fuera del área del Trabajo. Regidora en el XVI Ayuntamiento, asesora de regidor, secretaria de Educación Pública del Ayuntamiento de Tijuana, y el resto son gestorías, asesorías y consultorías. No más. Ahora Kiko Vega paga la factura al ala priista que le apoyó durante la campaña, y le otorga a Pérez la Secretaría del Trabajo, normalmente entregada a un abogado, dado que maneja, entre otras cosas, las Juntas de Conciliación y Arbitraje, el Tribunal de Arbitraje, y la Procuraduría General de Defensa del Trabajador. Ejecuta convenios y acuerdos laborales, integra el registro público de contratos colectivos, asociaciones obreras, gremiales y patronales, entre otras cuestiones especializadas en el ámbito legal; experiencia que la priista no tiene. Hace unos días, al secretario del Trabajo del Gobierno de José Guadalupe Osuna Millán, Renato Sandoval Franco, el coordinador de la transición, Mario Herrera, le solicitó las renuncias de todos los presidentes de las Juntas de Conciliación, de los titulares de los tribunales y demás áreas en manos de abogados especialistas en derecho laboral. Aunque al principio intentó negociar la estadía de algunos, pues le preguntaban por qué la renuncia si había ganado el mismo partido, ahora se explican la petición. Entra una priista, y lo lógico es que lleve a su equipo de trabajo, del Grupo Caliente, de Carlos Barboza, o del PRI de ese sector, para mediar, defender, proteger, vigilar y promover a los trabajadores bajacalifornianos. A Fernando Castro Trenti, el Embajador en Argentina, el gobernador electo de Baja California le dio, el 24 de octubre de 2013, la razón para la denunciada traición dentro del PRI a favor del panista y contra el priista. Kiko pagó su cuota a Hank… y ese es solo el inicio. Así Juanita, la administradora de empresas, se convierte en la rojita en el azul gabinete. 

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