Canal 66 lucra con la desgracia (Arnoldo Cabada, la Laura Bozzo de Mexicali). A pesar de la orden del presidente Enrique Peña Nieto de evitar la “rapiña política” y luego del lamentable caso de Laura Bozzo –utilizó un helicóptero del gobierno del Estado de México para armar su programa televisivo–, el director del canal 66, Luis Arnoldo Cabada Alvídrez, no desaprovechó el momento para lucirse y sacar tajada política de la desgracia. El director del “Canal de las Noticias” inició una campaña mediática para enviar a Guerrero 20 toneladas de comida, las cuales transportaría en dos tráileres al aeropuerto de Mexicali, en donde serían recogidas por el Ejército. La recaudación de Cabada fracasó, y para “a completar” lo prometido, entre miércoles y jueves, un camión y empleados de la empresa llegaron al centro de acopio de Gobierno del Estado, y sin la menor cortesía, rotularon las dádivas ajenas con el lema de “Donado por Canal 66”. Un funcionario del Gobierno del Estado comentó a DICHOZ que fueron cerca de ocho toneladas de ayuda las que los empleados de Cabada titularon como propias, para vanagloriarse ante las cámaras de televisión. Aparte, Cabada Alvídrez con la autorización del administrador del aeropuerto, Eduardo González Pérez, ordenó a su equipo de camarógrafos hacer un enlace desde la pista aérea donde se encontraba el avión Hércules del Ejército Mexicano, con la ayuda que los bajacalifornianos donaron. Para cerrar el montaje, mandó a los reporteros Édgar Ponce y Abel Galván, en el avión militar, el cual no se encuentra acondicionado para el traslado de pasajeros. Arnoldo Cabada viajó también pero en un vuelo comercial, para concluir el show de la donación lo hizo desde la comodidad de un vuelo comercial para terminar de armar el teatro en la Ciudad de México. Rosa María Méndez Fierro, jefa de información del Canal 66, se rehusó a transmitir “toda la cobertura especial” de Cabada, y su salida de la empresa fue abrupta. Aunque hay quienes dicen, que “el buen samaritano” tuvo otras razones.