Los Ángeles, California. Ocho triunfos separan a los Dodgers de obtener la meta que se propusieron desde el inicio de la temporada. Luego de ganar la Serie Divisional ante los Bravos de Atlanta, ahora deben enfocarse en derrotar a los Cardenales de San Luis, y claro, vencer a quien le toque de la Liga Americana. Pero ése sería el sueño ideal, porque ni siquiera han comenzado las series, tampoco han jugado y mucho menos los han ganado. Pero van en camino y ellos lo saben. Desde el inicio de la temporada, tomando en cuenta la cantidad de dinero que los propietarios invirtieron en varios jugadores, la magnitud de las expectativas eran ganar la Serie Mundial. Pero nadie vislumbró las lesiones, primero fue Hanley Ramírez, seguido por Carl Crawford, luego de Zack Greinke y el intermedista Mark Ellis. Pero el 21 de junio, se encontraban con récord de 31 triunfos por 42 derrotas, a 9 juegos y medio de los Diamantes de Arizona, quienes ocupaban el primer lugar de la División Oeste de la Liga Nacional. Pero se metieron en una racha ganando 46 de los siguientes 56 juegos. Ya para el 23 de agosto tenían una ventaja de 10 juegos sobre Arizona, misma que preservaron hasta el final del calendario. Sin dudas el picheo de Los Ángeles fue la chispa que encendió la remontada que los ha depositado en postemporada. El equipo dirigido por Don Mattingly se apoyó en grandes actuaciones de Clayton Kershaw, firme candidato al Cy Young de la Liga Nacional, y con Greinke respondiendo como el mejor número 2 de todas las Grandes Ligas. Su nivel, en conjunto con la gran actuación de relevistas como Kenley Jansen, Brian Wilson, Paco Rodríguez, J.P. Howell y Ronald Belisario ha dado grandes dividendos. Sin dejar a un lado la fuerte artillería que incluye al cubano Yasiel Puig, llamado al equipo grande el 3 de junio, y quien fue fundamental para el despertar competitivo. El dominicano Hanley Ramírez ha tenido de batallar con varias lesiones, pero en 81 juegos bateó para .351, con 20 jonrones y 57 empujadas. El tijuanense Adrián González (.294 AVG., 21 jrs. y 98 RBI) ha puesto su veteranía y liderazgo para inyectar en los jóvenes el respeto al juego y al fanático. A ellos se suman Juan Uribe, de inicio lento pero en los dos últimos meses ha arreglado bastante sus números y el resurgir de Crawford. Y ya en la Serie Divisional, acabaron en cuatro juegos ante los Bravos de Atlanta. Dividieron en Atlanta, ganado el primer juego 6 carreras por 1, luego perdieron el segundo 4-3. Para regresar a la urbe angelina, donde con el apoyo de su afición, más de 55 mil por juego, dieron cuenta de la “Tribu”. En el tercer juego, apalearon 13 por 6, los bateadores de los Dodgers estropearon la primera apertura de un colombiano, Julio Teherán, en postemporada. Crawford conectó un jonrón de tres carreras, Uribe añadió dos anotaciones con otro bambinazo y tomaron ventaja de 2-1 en la serie. Teherán y Hyun-Jin Ryu, quien también se convirtió en el primer surcoreano en abrir un duelo de playoffs, tuvieron un debut poco auspicioso en los playoffs. Fue el primer duelo entre abridores novatos en postemporada desde 2007. Ninguno sobrevivió mucho tiempo. El dominicano Hanley Ramírez y el cubano Yasiel Puig conectaron tres imparables y anotaron tres veces cada uno, en una gran noche de los Dodgers con el tolete. Los Ángeles igualaron el récord de la franquicia, de más carreras en un encuentro de postemporada. Para el cuarto juego, Uribe disparó un cuadrangular de dos carreras en el octavo episodio, para darle la vuelta a un marcador adverso y conducir a los Dodgers a un triunfo de 4-3, para eliminar a los Bravos, desatando una celebración que se inició en Chávez Ravine con 54 mil 438 invitados y que luego se extendió al vestuario del equipo, donde rodaron ríos de champaña. De esa forma, los dirigidos por Mattingly avanzan a la serie donde disputarán el título de campeón de la Liga Nacional a partir del próximo viernes, frente al ganador de la serie entre los Cardenales de San Luis y los Piratas de Pittsburgh. Los artífices de la victoria azul fueron Crawford, quien disparó dos bambinazos, que dieron una temprana ventaja a los de casa y Uribe, que decidió todo con su palo de cuatro esquinas, que mandó a volar la pelota sobre el bullpen de los Dodgers, encontrando en los senderos a Puig, quien había iniciado la tanda con un doble por la por la línea de cal del jardín derecho. “Éste es un momento inolvidable para mí, pero no solo se trata de mí, son todos los 25 peloteros que están aquí adentro y que hoy han hecho un magnífico trabajo, especialmente, Crawford. Yo salgo a hacer mi trabajo, en la postemporada, o en un juego regular”, aseguró Uribe. “Yo tengo que agradecerle por eso que él hizo esta noche, porque, además, todos en el equipo lo quieren porque es un magnífico compañero. Es grandioso ver todo el respeto que se ha ganado en ese vestidor”, señaló Mattingly. Uribe, ya ganó una Serie Mundial, y en dos ocasiones, con los Medias Blancas en 2005 y con los Gigantes en 2010, fue el principal héroe del cuarto juego, pero estuvo a punto de convertirse en el chivo expiatorio. Falló al tocar la bola en par de ocasiones, pero luego disparó el cuadrangular. “Éste es un momento que nunca olvidaré. Me siento complacido por mis compañeros. Queríamos este triunfo”, apuntó el dominicano, quien bateó para .375 con cuatro anotadas e igual número de impulsadas durante la SDLN. “Lo importante es que el pitcher no me puede vencer. No me pueden vencer y necesito hacer mi trabajo. Me dieron un lanzamiento rompiente colgado, vi la bola, y la batee”, recalcó Uribe. González tuvo una mentalidad similar. Aunque se vio perjudicado por fallas defensivas en el último encuentro de la serie, bateó para .333 con un vuelacercas y cuatro impulsadas en estos cuatro partidos. “Éste equipo ha sido increíble. Hemos sido así toda la temporada. Estoy muy contento y orgulloso de formar parte de esto. Nos hemos mantenido en conjunto durante toda la temporada y ahora ves lo que somos capaces de hacer”, apuntó el inicialista tijuanense. Para Ramírez, la experiencia que tiene este equipo, con jugadores veteranos y varios que ya han sido campeones, es fundamental para aquellos que no han corrido con esa suerte. “He aprendido mucho de ellos y tengo inmenso respeto por ellos. Aquí se trata de ganar. Nos mantenemos positivos y estamos compaginados, como un verdadero equipo. Solamente tenemos que mantenernos con mente positiva y seguir adelante. Es algo totalmente diferente lo que vivimos aquí. Realmente estoy muy contento de formar parte de este equipo. Cuando te sientes así de bien, todo funciona”. La Serie Divisional ciertamente salió bien para Ramírez y sus compañeros. Bateó .500 de promedio, con seis empujadas, un cuadrangular y cuatro dobletes en cuatro juegos de playoff. Igualmente anotó cuatro carreras. “Nuestro equipo lo ha hecho muy bien durante todo el año. Le doy mucho crédito a nuestros compañeros. Todos estamos trabajando muy duro con el mismo objetivo en mente, que es ganar la Serie Mundial. Seguiremos adelante e intentaremos ganar la próxima serie”, comentó Puig. El jardinero cubano también tuvo una serie asombrosa, encontrándose constantemente en el medio de la acción. Conectó un doblete en la parte baja del octavo capítulo del cuarto juego, para luego anotar con el jonrón de Uribe que selló el triunfo. Puig terminó con promedio de bateo de .471 y anotó cinco carreras. Igualmente impulsó par de rayitas. Por su parte, Kershaw lanzó durante 6 episodios permitiendo solamente 3 imparables y 2 carreras sucias. Otorgó un pasaporte y recetó 6 chocolates y al final, salió sin decisión. Y esto a pesar de haber lanzado con tres días de descanso, decisión que atrajo muchas críticas al timonel. “Ésta es la postemporada y no se puede dar nada por hecho. Uno tiene que pensar en que quizá nunca vuelva a tener la oportunidad de estar en uno de estos juegos”, señaló el zurdo lanzador, al explicar las razones de abrir este partido, con tres días de descanso. Sin embargo, quien terminó adjudicándose la victoria, fue el relevista Brian Wilson (1-0), mientras que Kenley Jansen se acreditaba un juego salvado, con un espectacular cierre, ponchando a los tres hombres que encaró, para ponerle fin a la historia. “Estamos listos para el que sea, Cardenales o Piratas, nos da lo mismo”, dijo el cerrador. Los Bravos vieron lo que los Dodgers son capaces de hacer, y ahora verán el resto de los playoff desde sus hogares. Sufriendo de esta manera un descalabro en octubre y siguen sin ganar una serie de postemporada desde 2001, perdiendo siete series seguidas de playoffs, así como el juego de comodines de la Liga Nacional en 2012.