Aunque para los vecinos fue una buena noticia saber que se repararía la calle Sor Juana Inés de la Cruz, en la garita de Otay en Tijuana, los trabajos iniciados desde el 8 de julio de 2013 resultaron más nocivos para los residentes y comerciantes. “Somos muchas las personas que tenemos el problema de acceso a nuestras oficinas y las condiciones de la calle no nos favorecen”, comentó Isabel Melín, una de las comerciantes afectadas. Recientemente, empleados de la Dirección de Obras Públicas del XX Ayuntamiento acudieron a la calle, cerrada para su circulación desde hace más de dos meses, para notificar a los vecinos que esta administración municipal no terminaría con la reconstrucción de la vía. En el limbo quedará la rehabilitación de la avenida, que colinda con el muro fronterizo en Otay y que es la única vía de acceso de hogares y comercios. Será el XXI Ayuntamiento quien deberá continuar con las gestiones necesarias para concluir la obra. “Lo único que necesitamos es que nos permitan el acceso, ellos que sigan trabajando, pero es que la calle se encuentra compactada y preparada para recibir el pavimento, sin embargo en la delegación Centenario, nos informaron que no había nada qué hacer por falta de presupuesto”. La molestia de los aledaños se mezcla con la sospecha. Puesto que al inicio de los trabajos, la delegación afirmó contar con el recurso necesario para el proyecto y no solamente para una parte.
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