Seguirán los toros

Es la primera vez desde 1966 que la ganadería de Hernando Limón, en su tiempo triunfadora de una novillada en la Plaza México, de divisa verde limón, naranja y oro, abrirá sus puertas el sábado 21 de septiembre y recibirá espectadores con boleto pagado. Se trata de un ambicioso proyecto en manos de los empresarios José Luis Cervantes y Alberto Bustamante Santana, quienes buscan que este destino de Baja California, primeramente se conozca, y después se convierta en detonante turístico. Pretenden dar a conocer a propios y extraños la grandeza de la Fiesta Brava y la pureza de la vida en el campo. El rancho Santa Alicia, enclavado en la bella serranía norteña, originalmente fue propiedad de Hernando Limón Bonales, después,  pasó a manos de su vástago del mismo nombre, y actualmente Cervantes, quien la adquirió como patrimonio para sus hijos Paulina y José Luis. Con su hierro han lidiado en San Luis Potosí, Durango y Texcoco. Hoy preparan dos novilladas para Juriquilla e intentan en labor titánica conquistar estado por estado, naturalmente, en miras de óptimos resultados, a grado tal que el año entrante se dispondrá de dos corridas completas y sus reservas para quien guste adquirirlas. Cervantes se encuentra en el laboratorio del Toreo, que es una ganadería. Añora el toro bravo, donde disfruten por igual toros, toreros y público. El ganado de El Llano es exclusivo y hecho para embestir, los ejemplares de Baja California pastan sobre una extensión de 400 hectáreas y son criados con esmero y tratamiento de reyes. Los bureles solo deben preocuparse por salir a triunfar el día que les toque, asimismo, comer y llevar una vida tranquila. Cada astado cuida su sangre y linaje. “El Llano” tiene sangre directa de Javier Garfias, quien fue amigo de su suegro Hernando Limón. La familia se ha esmerado en el cuidado de las reses, de manera particular en la alimentación, formación y salud. Una ardua labor, donde ganado que no funciona, se desecha, en virtud de una selección donde todo es atención. Se cuenta con un promedio de 120 vacas de vientre y cinco sementales, resaltando lo castaño y cárdeno. Según Cervantes, por encima de los pelos se aprecia la emotividad que da a los muletazos. En la citada ganadería se empieza a construir un fraccionamiento y posteriormente habrá recorridos para que los interesados se enteren sobre la vida en el campo. En México hay un promedio de 250 ganaderías, todas registradas en la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia. Tomando en consideración que un torero no se retira jamás, Cervantes presenta en la Hacienda Santa Alicia, en Valle de Las Palmas, un cartel sumamente interesante que debe aquilatarse en la medida de los años que tienen en activo Rafael Gil “Rafaelillo”, Vicente Ruiz “El Soro” e Ismael Gómez “Mayito”, expertos en jugarse la vida. Ellos lidiarán astados de “El Llano”, propiedad de la familia Cervantes Limón. Son tres matadores que arriesgaron piel y apostaron alamares, ante ellos un apacible Cristian Climent, de la Escuela Taurina de Sevilla, viene a por primera vez a México. Sobra enfatizar que el chaval no otorga concesiones. Vicente Ruiz “El Soro” tomó la alternativa un 14 de marzo de 1982 en Valencia, de manos de Paco Camino, atestiguando “Pepe” Luis Vázquez. El 21 de mayo ya confirmaba en Las Ventas. El 8 de abril de 1994, en Benidorm, haría como único espada su última aparición pública. Tiene severas lesiones en las rodillas que lo han llevado casi en 40 ocasiones a un quirófano. Destacó en el segundo tercio, es creador de “El Molinillo”, también puso y expuso en “La Moviola”. Rafael Gil “Rafaelillo” el señor valor y pundonor. Tras su reciente y sentida despedida en Pachuca, es respaldado por mil 500 corridas, poniendo muy en alto,  a lo largo y ancho de la República Mexicana, el nombre de Tijuana. Asumió el doctorado en San Luis Potosí, el 25 de diciembre de 1971. Padrino: Manolo Martínez. Testigo: Francisco Rivera “Paquirri”, con el toro Caltanguero de San Martín. Confirmó el 18 de julio de 1974 en Madrid. Padrino: Julio Vega “Marismeño” y el testigo Raúl Sánchez, con el toro “Tarifa” de Camas Ligeras. Confirmó el 29 de diciembre de 1974 en la Plaza México. Padrino: Eloy Cavazos. Testigo: Jesús Solórzano. Toro: “Jerezano”, de José Julián Llaguno. “Mayito” es poseedor de un estoque de oro, dos orejas de oro y tres rosas de Mexicali, entre sus preseas más relevantes, que incluyen indultos, rabos, plazas llenas, orejas y salidas a hombros. Y lo más importante, la aprobación y aplauso de un público que lo respeta. Ismael fue doctorado un 9 de julio de 1989 en el Toreo de Tijuana. Padrino: David Silveti. Testigo: Miguel Espinosa “Armillita”, con ganado de Begoña. José Luis Cervantes adelantó que, tras difícil recuperación, ahora “El Soro”, por fortuna totalmente recuperado, proyecta seguir en la brega y tiene en firma diez corridas en carteles de categoría. El ganadero acotó que para llegar a “El Llano”, habrá señalamientos, y en la plaza, total seguridad. Con el costo del boleto se tiene derecho a cóctel, comida campestre, la corrida y un concierto del tenor Humberto Cravioto. arruzina@gmail.com