En medio del enfrentamiento público en el que el gobernador Guadalupe Osuna y el procurador Rommel Moreno Manjarrez han acusado -sin dar nombres- a los abogados bajacalifornianos de “coyotes”, en su empeño por promover el Nuevo Sistema de Justicia Penal, el fiscal estatal decidió la semana que concluye, evadir a la prensa tijuanense. Por invitación de la PGJE, los reporteros habían acudido la mañana del 11 de septiembre al foro “Criterios de Oportunidad”, encabezado por el procurador, en la Casa de la Cultura Jurídica. Su secretario particular y encargados de comunicación recibieron solicitudes de entrevista que supuestamente concedería al final. Sin embargo, minutos antes de concluir las presentaciones, las puertas que resguardaban el pasillo que llevaba del salón a las escaleras que bajan al estacionamiento, fueron cerradas por los escoltas. Con el paso obstruido, el procurador se levantó y huyó por la puerta de atrás, escapando de la prensa. Ante el reclamo de los reporteros, del área de Comunicación de la PGJE salió una serie de justificaciones, que si en el lugar había un ciudadano con un expediente complicado para encarar y presionar a Rommel frente a la prensa; o que se trataba de un sujeto que pretendía ventilar un tema personal ante los medios. Pónganle como le pongan, el asunto es que el fiscal bajacaliforniano prefirió huir, en lugar de afrontar, un acto como mínimo ominoso, tratándose de uno de los encargados de la seguridad y la procuración de justicia.
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