Al cumplirse un aniversario más de los motines ocurridos el 14 y 17 de septiembre en el Cereso de La Mesa, aún están como mando algunos de los responsables de dicho incidente, como el Licenciado De la Rosa Anaya, el cual en todo momento eludió su responsabilidad en los hechos. Posterior a estos eventos incrustó, cual plaga de langosta, en el sistema estatal penitenciario, al Licenciado Héctor Grijalva Tapia como Subsecretario del Sistema Estatal Penitenciario, a pesar de haber sido removido con anterioridad del mismo por malversación de fondos por varios millones de pesos; a Pedro Othón Valdez como Comandante Estatal y al licenciado Francisco Jiménez Gómez como Director Estatal de Centros. También fue removido con anterioridad, por descubrírsele la venta de un edificio del Cereso de La Mesa cuando fungió como director de dicho centro, a unos miembros del crimen organizado de apellido Galaz, en la cantidad de 35 mil dólares, así como la posible complicidad en el homicidio de un ex agente de la AFI de nombre Evaristo Morales Pérez, esto a manos de un peligroso interno de nombre Francisco Javier Cantú Carlos, alias Luis Bustamante, alias “El Pancho”, miembro del crimen organizado, detenido por homicidio y secuestro, hechos ocurridos el 4 de enero de 2008 en el interior del edificio número 6, donde ambos se hallaban recluidos, a pesar de ser un lugar para reos de alta peligrosidad y que ya están sentenciados, y esto a pesar que el artículo 9 fracción II de la ley que regula la relación administrativa de los miembros de las instituciones policiacas de Baja California rezan: “El policía detenido por la presunta comisión de un delito deberá ser recluido en áreas que garanticen su integridad física, tratándose de prisión preventiva. En casos de compurgación de penas, las autoridades competentes tomarán las medidas necesarias para garantizar la integridad física del mismo”. Pero esto el Licenciado Jiménez Gómez lo ignoró y mandó al ex elemento a una muerte segura, pues a los pocos días fue decapitado por el peligroso reo. ¿Negligencia? ¿Complicidad? Hasta la fecha nadie ha investigado, y solamente fue removido de su cargo por unos meses para regresar con más poder, más represivo y prepotente que antes, tomando revancha contra todos los que en algún momento lo delataron por su pilladas, y también contra los que “trabajaban” para él cuando fue director de “El Pueblito”, cambiándolos de adscripción o comisionándolos a otros centros. En el caso del Cereso de Ensenada, puso como director a otro delincuente igual que él, al Licenciado Sergio Ortiz Lara, el cual estuvo preso en el Cereso de La Mesa por evasión de reos, cuando fungió como ministerio público adscrito a la delegación de La Mesa, cuando en complicidad con unos agentes de la Policía Ministerial, Fiol Santana y Albino Lizárraga, soltaron al “Tigrillo” Arellano, luego de ser detenido tras escenificar aquella famosa balacera del “Mercado de Todos”. En dicho encuentro, murió el Comandante de la Judicial Federal Alejandro Castañeda, el judicial del estado Salvador Miramontes, un iraní y cuatro personas más, los cuales quedaron muertos en el enfrentamiento, logrando detener al “Tigrillo”, a otro de apodo “el “Zurdo Viejo”, pero ya en las instalaciones el titular de la misma lo dejó ir quedando únicamente detenido “el Zurdo Viejo”, huyendo también los ministeriales en mención, recibiendo por esto una jugosa indemnización, quedando detenido el Lic. Ortiz Lara por el cual pagaron una fianza de 300 mil pesos para que recuperara su libertad. Al tiempo fue director del mismo penal que lo albergó como huésped, y en la actualidad como director del Cereso de Ensenada donde últimamente se ha visto involucrado en varias tropelías: introducción de drogas, fraudes, robos, homicidios, privilegios a internos, etc., pero contra viento y marea lo sostiene el Lic. Jiménez Gómez el cual también tiene en los diferentes centros a parientes, amigos, mayates e incondicionales, los cuales se han visto inmiscuidos en problemas bastante graves como abusos sexuales en los C.D.A., intentos de fugas los cuales no se han concretado debido a la pericia de los custodios, abusos de autoridad, privaciones ilegales de la libertad. Sobre estos directivos pesan varias demandas penales, civiles, administrativas, en derechos humanos. ¿Será que los “changos” con uniforme” –como nos llamó el Lic. Jiménez Gómez en un curso de “cultura de la legalidad”– estamos despertando? A pesar de todos los trucos que usa no va a poder vencernos. No mientras la ley nos ampare; todo por el simple hecho de ser mexicanos. La ley en su capítulo 1º. dice que tenemos todos los derechos emanados de la Constitución, tenemos garantías individuales y derechos humanos. Sus leyes mochas y sus reglamentos ya saben por dónde se las pueden ustedes introducir. Estamos unidos Tijuana, Mexicali, Ensenada y El Hongo. Esperamos que el gobernador electo vea esta misiva y no se le vaya a ocurrir meter a estas ratas a su gabinete, pues son los que por años tanto daño le han hecho al sistema estatal penitenciario. No permita, señor, que estas sanguijuelas sigan chupando sangre, por el bien de su propio gobierno. Exigimos se revisen sus antecedentes. Existe hartazgo de los elementos, y ya no estamos dispuestos a seguirlos aguantando. Próximamente sacaremos una lista de todos y cada uno de estos sátrapas. Estén pendientes. Atentamente, Custodios del Sistema Estatal Penitenciario (por razones obvias omitimos nombres).
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