Una iniciativa del Senador Ernesto Ruffo Appel podría convertirse en un duro revés contra el conocido organismo Anapromex, luego de que la Comisión Permanente en el Congreso de la Unión, avalara su propuesta para recuperar aranceles omitidos por importadores de autos amparados. A través de un comunicado del Senador ensenadense, se dio a conocer que la Comisión Permanente avaló por unanimidad un punto de acuerdo presentado por Ruffo Appel, solicitando al Servicio de Administración Tributaria (SAT) “inicie el cobro de los aranceles, derechos y demás contribuciones que se hayan dejado de percibir de parte de los importadores de autos, a quienes se les ha negado el amparo federal, respecto de los vehículos que ingresaron al territorio nacional bajo las suspensiones provisionales otorgadas durante la sustanciación de dichos amparos”. De igual forma, aprobaron pedir un informe sobre las acciones y medidas que el SAT ha llevado o llevará a cabo para los propósitos del punto de acuerdo. El resto del comunicado de Ruffo refiere lo siguiente en torno a los vehículos conocidos como “autos chocolate”: “El pasado 24 de julio el legislador por el estado de Baja California y presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos Norte, al presentar su punto de acuerdo, explicó que la diversa normatividad emitida desde 2005 para regular la importación de vehículos usados, propició la promoción de amparos por parte de personas físicas y morales, muchos de los cuales fueron otorgados a tan sólo tres empresas que desde esa fecha usaron tales amparos para ingresar a territorio nacional vehículos procedentes del extranjero”. “Esos autos importados a territorio nacional, continuó en su momento el senador Ruffo Appel, no cumplían con las condiciones físico-mecánicas idóneas para el tránsito seguro de las personas que los adquirían, con los requisitos para la protección del medio ambiente, ni con el pago de aranceles correspondientes, todo lo cual impactó de manera negativa al comercio formal de venta de autos usados, sobre todo al alojado en la zona fronteriza, pero además afectó la venta de vehículos nuevos con mermas para la industria automotriz nacional y por ende a los ingresos del erario federal vía impuestos”.