Luego del aciago domingo electoral, para los candidatos perdedores hubo dos caminos: o retirarse en calidad de derrotados, o –en casos específicos– caminar en la sombra para reacomodarse en puestos de primer nivel o regresar a sus antiguos cargos; pero eso sí, sin dejar de seguir cobrando en la nómina oficial. Poco se sabe de los perdedores luego de una batalla electoral. La nota siempre es el gobierno entrante, el diputado ganador, los regidores bienaventurados. Pero a los derrotados se les pierde la pista; se les esfuma la popularidad, el séquito que los acompañó durante la campaña se reduce al mínimo. Y desapercibidos quedan. Caso particular es la de los chapulines de la política, aquellos que abandonaron cargo o puesto de elección popular para buscar uno de mayor nivel; quienes perdieron, en lugar de resignarse al rechazo que el electorado manifestó al no beneficiarlos con el voto, regresaron a sus anteriores cargos de gobierno. El colmo lo protagoniza David Ruvalcaba. El priista solicitó licencia para ausentarse de la titularidad de la regiduría en Tijuana, participó como candidato a diputado local por el PRI en el distrito 12. Perdió. Pero su porcentaje de votación le alcanzó para que fuese diputado por “representación proporcional” o los llamados “mejores perdedores”. Ahora, en espera de tomar posesión del escaño estatal, Ruvalcaba regresó al cargo municipal. En todo caso, únicamente para volver a ausentarse mediante otra licencia en septiembre pues en octubre deberá asumirse como diputado local y dejar inconcluso, de nuevo, el puesto que logró en 2010 mediante las urnas. Pero hay casos más “cómodos”. Diputados, funcionarios, secretarios y empleados de gobierno que en campaña se ausentaron de sus obligaciones y no renunciaron ni dejaron de cobrar. Pasada la tempestad electoral; hoy figuran –ahora sí– de tiempo completo en sus obligaciones y en la nómina. De cuántos chapulines se trata En las pasadas elecciones, sin contar a los representantes de Movimiento Ciudadano y a los nominados en listas de partido, de 46 candidatos postulados por los partidos políticos para un cargo electoral, 29 llegaron en calidad de “chapulines”, significa ello que más de la mitad de los nominados, pasaron de diputados, regidores, secretarios, funcionarios a candidatos. Es decir, el 63 por ciento de los candidatos que participaron abanderando a las 2 coaliciones en el Estado, eran caras que vivían del presupuesto oficial. Por ejemplo, en la alianza Compromiso por Baja California, encabezada por el PRI, en los 17 distritos electorales únicamente 2 candidatos estaban fuera de la función pública: Laura Torres del 17 en Rosarito y Jorge Gallego en el distrito 2 de Mexicali, el resto, abandonaron funciones para registrarse como candidatos. El Top 5 En marzo, el Bando Solemne de Tijuana sufrió una trasformación. Al menos 6 regidores (todos de la Coalición Compromiso por Baja California) emprendieron fuga como candidatos y dejaron desmantelado el Honorable Cabildo. Franciscana Krauss, Rubén Salazar Limón, David Ruvalcaba, Olimpo Hernández, Miriam Ayón y Julio César Vázquez solicitaron sus respectivas licencias, es decir, únicamente permisos temporales para poder ausentarse durante la campaña electoral. Ayón y Hernández fueron los únicos que ganaron sus distritos. Vázquez será diputado de lista y Ruvalcaba por ser el “mejor perdedor”. Krauss y Salazar los perdedores totales. De éstos 3 regresaron a sus regidurías luego de la elección, Salazar, Krauss y Ruvalcaba. Este último, pese haber sido privilegiado con una diputación de representación proporcional. En el top 5, van 3. Le sigue Francisco Sánchez Corona. Diputado local por el PRD en la actual legislatura, logró ser el abanderado de la Coalición Unidos por Baja California para la alcaldía de Ensenada. Fue uno de los candidatos a ediles más aplastados. No obtuvo ni el 20 por ciento (19.56 por ciento) de la preferencia electoral en el Puerto. Con una diferencia de 30 mil 280 votos ante el otro chapulín del PRI, Gilberto Hirata Chico, quien dejó la diputación federal para contender. El miércoles Sánchez Corona se apersonó en la Cámara de Diputados, con el estigma de perdedor y recuperó su despacho. Uno de los primeros sitios en la vida de chapulín político, se lo lleva sin duda y por los antecedentes de su carrera, quien fue candidato del PRI al Gobierno de Baja California, Fernando Castro Trenti: en 2012 aun siendo Senador de la República, le dieron una diputación de lista tricolor, a la cual solicitó licencia para buscar la gubernatura, y después de la derrota –y unas vacaciones– retomará su papel en la Cámara de Diputados. El chapulín por su boca, muere En el 2002, Fernando Castro Trenti, siendo diputado local, fue precisamente uno de los principales impulsores de la “Ley Anti chapulín”, una iniciativa de Reforma de Ley (artículos 18, 42 y 80) que intentaba evitar justamente que los funcionarios de elección popular abandonara sus puestos para participar en elecciones buscando otro cargo. Todavía en los archivos del Congreso se guarda el discurso de Castro que versó sobre el apoyo a la iniciativa, se tituló: “Posicionamiento para adherirme a la iniciativa…con el objetivo de que los representantes populares concluyamos nuestra encomienda”. Se refería justamente a la “Ley Anti chapulín”, por la diputada del PAN Luz Argelia Paniagua, que en aquellos años argumentó: a favor de la reforma: “un gobierno sin continuidad y sin certeza por parte del gobernado…es un gobierno que pierde, de facto, legitimidad, característica imprescindible del poder público en la democracia”. Castro Trenti siendo el presidente del Congreso legislativo, fue incluso quien turnó la iniciativa a la Comisión de Legislación para que 4 meses después, en julio del 2002 se constituyera oficialmente la mentada Ley hoy olvidada y obsoleta. En el 2006, Jorge Hank, siendo alcalde de Tijuana, impugnó la Ley que su entonces coordinador de campaña, Castro Trenti, impulsó en el 2002, para poder ser candidato a Gobernador. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación concluyó a su favor, argumentado que una ley local no podía impedir los derechos políticos de cualquier ciudadano de “votar y ser votado”. Después del caso, la Ley Anti chapulín quedó sin efecto. Aunque ni “pecado” es… David Rubalcaba, ex candidato y ahora regidor (y futuro diputado), dice que no tiene impedimento para volver a la regiduría puesto que “tengo actividades que estoy realizando”. Además en su defensa asegura, “no estoy cobrando un centavo”. Ruvalcaba regresó el 23 de julio como regidor y abandonará el puesto –nuevamente– a más tardar en septiembre, pues el primero de octubre deberá tomar posesión como diputado local. Justifica su retorno: “Estamos haciendo una relación de necesidades de la gente, vamos a entregárselo a la gente. Las cosas en las colonias donde anduve, que no han hecho ni gobierno del Estado ni el municipio, voy a meterme a hacerlas, hay muchas personas de la tercera edad con necesidad, niños que ocupan becas”. —Entonces, ¿por qué pedir licencia si ya tiene ese puesto y conocía esas necesidades? “Pues porque la Ley así lo permite, hay otros regidores que se van de vacaciones más tiempo, conmigo por lo menos saben a dónde me fui”. Ruvalcaba incluso no le encuentra algún impedimento “ético”: “no es inmoral…a mí no me parece inmoral porque he cumplido con mi trabajo a cabalidad. Me salí un tiempo a hacer mi campaña y me regresé a cumplir mi espacio, lo que sí sería inmoral, sería cobrar y esa parte la respeto, haré mis donaciones”. Luego remata: “hacemos del tema como si fuera un pecado y no es ningún pecado”. — ¿Cómo prefiere que le digan regidor o diputado electo? “Regidor, lo que soy ahorita…y también diputado electo, ¿cuál es el problema?”. El reportero, buscó además a Salazar y a Krauss, los otros candidatos perdedores metidos de vuelta al cabildo. Dado que es un tema “delicado”, Krauss pidió contestar de manera escrita. Se le preguntó la razón de su regreso y si, como Ruvalcaba, donaría su sueldo. Al día siguiente la ex candidata respondió textualmente: “Sr. Isai Lara; En relación a su pregunta de si había regresado a mi cargo como Regidora del XX AYUNTAMIENTO, la respuesta es si (sic), porque no tengo ningun impedimiento (sic) legal y mi vocación es el servicio público. Atentamente. Lic. Franciscana Krauss”. Así pues, la vida del chapulín político que salta entre un puesto y otro. La brincadera de un cargo a otro Fernando Castro Trenti (PRI) De Senador a diputado federal; a candidato a gobernador y a diputado federal. Elí Topete (PRI) De diputado local a candidato derrotado a presidente municipal en Mexicali. No regresó. Alejandro Monraz (PAN) De candidato a alcalde de Tijuana en espera de ser titular de la Secretaría de desarrollo Social en el gobierno de Kiko Vega. Patricia Ramírez (PAN) De directora de la Cespte en Tecate a candidata derrotada a presidenta municipal. En espera de ser nombrada titular de la Comisión Estatal del Agua en el gobierno de Kiko Vega. Francisco Sánchez (PRD-PAN) De diputado local a candidato fracasado a la alcaldía de Ensenada. Regresó como diputado. Gilberto Hirata Chico (PRI) De diputado federal (2012) a candidato ganador en la alcaldía de Ensenada. Silvano Abarca (PAN-PANAL) De delegado de Desarrollo Social del Estado en Rosarito a alcalde electo. Fausto Gallardo (PRI-PVEM) De regidor de Tecate a candidato a diputado por el distrito 8 de Tijuana. Miriam Ayón (PRI) De regidora en Tijuana a Diputada. Franciscana Krauss (PRI) De regidora en Tijuana a candidata a diputada y de nuevo a regidora. Mario Osuna (PAN) De subsecretario de Estado a diputado. Rubén Salazar (PRI) De regidor en Tijuana a candidato a diputado y de nuevo a regidor. David Rubalcaba (PRI) De regidor en Tijuana a candidato perdedor, a diputado pluri, a regidor y próximamente a diputado. Olimpo Hernández (PRI-PES) De regidor en Tijuana a diputado electo. Alberto Tsutsumi (PRI) De delegado municipal a candidato a diputado. Perdió. En espera de cargo en gobierno federal. Irma Martínez (PAN-PANAL) De líder sindical del SNTE, maestra a candidata a diputada. Nereida Fuentes (PRI) De regidora en Tecate a Diputada. Mayra Cruz (PRI) De funcionaria municipal (Dir. De Protección al Medio ambiente en Mexicali) a candidata a diputada fracasada. Francisco Barraza (PAN) De empelado bibliotecario en el Congreso a Diputado. Tobías Duarte (PRI) De secretario del ayuntamiento de Mexicali a candidato perdedor a diputado Gustavo Sánchez (PAN) Funcionario del Gob. Edo. a diputado. Benjamín Castillo (PRI) De diputado federal a candidato a diputado local. Perdió. Y de regreso a la cámara de diputados. Alberto Martínez (PAN-PANAL) De profesor y líder sindical del SNTE Sección 37 a candidato a diputado. No deja cargo. Carmen Frías (PRI) De regidora en Mexicali a candidata a diputada. Ganó distrito. Felicitas Rangel (PAN-PRD) De empleada en el Congreso a candidata a diputada. Perdió y espera cargo en Gobierno del estado. Armando Reyes (PRI-PT) De regidor en Ensenada a diputado local. Thelma Rosa Castañeda (PAN) De delegada del Gob. Edo. a candidata perdedora a diputada. Marco Novelo (PRI) De secretario de Desarrollo Social municipal en Ensenada a diputado electo. Felipe Mayoral (PAN-PEBC) De regidor a diputado electo. Julio Vázquez (PRI-PT) De regidor en Tijuana a candidato a diputado, de lista.