Un hombre saludable, deportista de 27 años de edad, en uno de los mejores momentos de su carrera. Su muerte aún no tiene explicación clara. La versión oficial es de un paro respiratorio o cardiorrespiratorio, reacción natural para todo tipo de muerte, lo que no se ha revelado con certeza es la causa de ese paro. La familia del futbolista culpa al hospital de la ciudad de Doha por negligencia médica. Según su recuento de los hechos, Christian Benítez llegó con fuerte dolor abdominal, lo hicieron esperar demasiado y lo llevaron a la sala de urgencias cuando ya era demasiado tarde. Por otro lado, está el desconocimiento del entorno, principalmente el idioma. Apenas tenía unas semanas de haber llegado, no había completado el proceso de adaptación. Otra posibilidad que se ha manejado es una peritonitis no tratada de manera oportuna. Cuando eso sucede, el órgano infectado reacciona contra el resto del organismo y provoca la muerte. La peritonitis tiende a relacionarse con problemas de apéndice, órgano que provoca dolor y malestar muy fuerte cuando está inflamado. Bien pudo haberse tratado de una falta de atención médica provocada por el propio jugador, quien no acudió a diagnóstico de manera oportuna. El club catarí El Jaish indicó en un comunicado que “Chucho” Benítez apenas había jugado un día antes con el club en la tercera ronda de la Copa Sheikh Jassim “sin quejarse de problemas de salud”. Si bien pudo haberse tratado de una enfermedad ocultada o no reportada por Benítez o el club de origen, América, cabe resaltar las rigurosas revisiones médicas previas al fichaje de un jugador. Cuatro años antes, un problema de la rodilla evitó la transferencia de “Chucho” al Birmingham City, donde jugó un torneo en calidad de préstamo antes de regresar a Santos Laguna. La Prensa Asociada (AP) pone el calor de Qatar como posible causa de muerte. Benítez era ecuatoriano, donde el calor es considerable, vivió y jugó en Torreón y también estuvo a merced del calor y la altura en el Distrito Federal. Por su condición física, resulta difícil la posibilidad de un golpe de calor como causa de muerte tanto tiempo después de un partido. Pareciera más una campaña en contra de la realización del Mundial de 2022 en ese país asiático, donde hay Liga profesional y no abundan los casos de muerte por alta temperatura. Al mismo tiempo, tiene sentido esa explicación cuando se piensa en la visita de jugadores de todo el planeta en meses de calor más duro y la exigencia física de una Copa del Mundo, algo tan sencillo como tomar agua fría después de correr puede llevar a la tumba. Resulta poco apropiado pensar en las implicaciones de 2022, Qatar como sede del Mundial no le quitó la vida a Benítez. No hubo autopsia, solo se hicieron a un lado los restos de un hombre de familia que viajó al otro lado del mundo en persecución de su sueño mientras disfrutaba el fruto de su esfuerzo como profesional. Si el club o el hospital tienen algo que ocultar sobre una sustancia mal administrada o un procedimiento fallido, se lavaron las manos y lo clasificaron como paro respiratorio. El ecuatoriano tuvo 174 apariciones en el Futbol mexicano, donde marcó 103 goles, militó con Santos en seis torneos y cuatro con el América, donde consiguió tres de sus cuatro títulos de goleo. Fue campeón con ambos clubes mexicanos. Su último partido como emplumado fue la final del Clausura 2013 contra Cruz Azul. De ahí partió a Qatar, a jugar para El Jaish SC. Christian “Chucho” Benítez murió a los 27 años de edad, le sobreviven su esposa y dos hijos. Golpe de suerte Un juego ratonero, lento, trabado, pero un par de botes fueron la diferencia entre un empate que hubiera dejado a los “Xolos” cerca del sótano y un triunfo de 1-0 sobre Pachuca que los puso entre los primeros lugares. Diego Olsina marcó el único tanto cuando el intento de tiro de Fidel Martínez le cayó en el área chica y quedó habilitado por dos defensas. Juego típico de Óscar “Conejo” Pérez, corre con suerte de atajar los disparos casi imposibles y recibe un gol de manera ridícula. Diez minutos después, Jorge Estrada sacó un tiro de larga distancia que pegó en el travesaño y se metió a la cabaña, pero el silbante y el auxiliar no dieron por bueno el gol a pesar de que entró con claridad. “A final de cuentas perdimos un partido. Pues ni modo”, lamentó el “Guty” Estrada. El tan aclamado Darío Benedetto fue prácticamente borrado de la cancha por la marca pegajosa de Efraín Cortés. Ninguna de las dos ofensivas generó gran cosa, salvo los minutos finales de desesperación. El partido también marcó el regreso de Duvier Riascos a Tijuana. La última jugada relevante del colombiano como “Xolo” fue el penal fallado en Copa Libertadores que dejó a los “perros” en el camino. Se llevó una rechifla, fue inoperante y ya no gozó de la marcación a favor como antes, los clavados fueron marcados como tales. (Carlos Aguirre Barajas)