Marivel Chávez Ochoa, licenciada en Pedagogía y con 19 años de servicio docente en Baja California, ha solicitado por casi una década permiso ante la Comisión Mixta de Cambios Interestatales SEP-SNTE para transferir su plaza a su natal Veracruz; el motivo, su hijo Jasiel, quien padece de autismo irreversible. Actualmente la maestra labora en una secundaria técnica con 42 horas base, imparte las materias de Formación Cívica y Asignatura Estatal, y aunque su desempeño ha sido honroso, no ha podido reunirse con su primogénito por la insensibilidad y burocracia de las autoridades educativas. Chávez Ochoa señaló que desde hace una década inició las gestiones en todos los medios de cambio, que presuntamente tienen de beneficio los maestros de educación básica, como lo son cambio de estado, permuta y transferencia presupuestal. “De las tres opciones que tenemos los maestros, ninguna ha sido benéfica. Con el cambio de estado, pese a los múltiples avisos que he puesto, no lo he logrado porque no hay maestros de Veracruz que quieran residir en Tijuana; la permuta me fue negada, luego de no te imaginas cuanto luché para encontrar a un maestro que tuviera las mismas horas e impartiera materiales similares. Después de encontrar a un profesor en León, no se pudo lograr el cambio porque no contaba con título profesional; mientras que en la transferencia presupuestal, el Estado ha sido claro en mencionar que no se dará porque Baja California no se puede quedar sin ese presupuesto. “Supuestamente teníamos la opción de podernos cambiar a otro estado, dos veces intenté el trámite, pero me fue negado y en Baja California me ha sido negado por Planeación y Finanzas del gobierno del Estado; supuestamente no fue posible porque la escuela se quedaría sin el recurso y ellos no tendrían forma de generarlo. Tengo ora compañera que está en la misma situación”, expresó desesperada porque su hijo, de 16 años de edad, está al cuidado de un adulto mayor y ya no toma las terapias necesarias para cumplir con su tratamiento. “Mi hijo me necesita, he luchado por el cambio, pero no se ha logrado; me encuentro desesperada porque ahora ya no hay quien lleve a las terapias a mi hijo, su abuela me ha hecho el favor por muchos años, pero ya es mayor de edad. Tampoco me lo puedo traer a Tijuana porque soy madre soltera, además, no hay espacios educativos para jóvenes especiales”. Ante la desesperación, Chávez Ochoa ha visto mermada su salud con síndrome depresivo agudo, psoriasis, vitiligo y asma bronquial. En infinidad de ocasiones, la maestra ha enviado escritos a autoridades de Veracruz, entre ellas, los gobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte Ochoa, así como a los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. “De las autoridades, el único que me ha respondido ha sido de la oficina de Felipe Calderón, de ahí me canalizaron con el entonces secretario de Educación, Alonso Lujambio, pero no se pudo solucionar nada; el problema sigue y yo me encuentro desesperada, ha sido un calvario”, concluyó. ZETA solicitó información a la Secretaría de Educación sobre la negación a las oportunidades de la profesora y que le han sido coartadas; sin embargo, hasta el cierre de edición no se obtuvo respuesta, pese a que la solicitud se hizo un par de semanas atrás.